PISCINAS Y CISTITIS

• Recomendaciones del Observatorio Nacional de la Incontinencia (ONI) (http://www.observatoriodelaincontinencia.es) para evitar la cistitis.

Madrid, 19 de julio de 2012

Las infecciones urinarias, incrementadas de forma notable en los últimos diez años, afectan especialmente a las mujeres. Los gérmenes habituales, detectados en los análisis de orina por medio del urocultivo, permiten no solo identificar al culpable sino también poner el tratamiento a la medida.

Las llamadas ITU (infecciones transuretrales) producen escozor, dolor, cambio de color en la orina, pequeñas pérdidas frecuentes, dolor abdominal, a veces fiebre y especialmente esa sensación de quedarse con ganas de orinar.

Factores de temporalidad como el calor y los medios para combatirlo, en particular la neutralización de la temperatura corporal, a través del agua de las piscinas, pueden favorecer la presencia de las conocidas cistitis.

Los gérmenes patógenos encuentran la puerta de entrada a través de la vagina, llegan a la uretra y a la vejiga, pero también pueden atravesar la pared del recto hasta llegar a su destino. La humedad y el agua de las piscinas pueden alterar la flora defensiva (Bacilos de Döderlain) y facilitar la llegada del enemigo.

El doctor Pedro Tormo, portavoz del Observatorio Nacional de la Incontinencia (ONI) nos proporciona una serie de recomendaciones que nos pueden ayudar: el cambio de bañador, el secado de la zona íntima, el vaciado previo vesical y el empleo de ropa transpirable.  Además, el arándano y la vid roja están muy de actualidad como preventivos para las personas con tendencia a las cistitis. También son buenos compañeros de  viaje evitar el aguante urinario y los ejercicios de protección del suelo pélvico.