Las etiquetas RFID son similares a una pegatina, que pueden ser adheridas o incorporadas a un producto. Contienen antenas para permitirles recibir y responder a peticiones por radiofrecuencia desde un emisor-receptor RFID. Las etiquetas no necesitan alimentación eléctrica interna de ningún tipo.
Una de las grandes ventajas del uso de radiofrecuencia es que no se requiere visión directa entre emisor y receptor. Esta tecnología puede ser muy útil aplicada en los centros asistenciales y residenciales. Por ejemplo para la gestión de la lavandería y para la optimización de la distribución de la ropa utilizada en las residencias.
El proceso tradicional consistía en que toda la ropa de los residentes debía ser etiquetada para su identificación. Una labor que normalmente, suele ser realizado por los familiares del residente antes de su ingreso. Al finalizar el proceso de lavado la ropa debe distribuirse adecuadamente a cada residente, proceso que resulta lento y laborioso.
Con la tecnología RFID el proceso de identificación de prendas es rápido y eficaz, proporcionando una identificación sin fallos. Mediante este sistema, cada una de las prendas portará una etiqueta de reducido tamaño, embebido en un material que soporte el lavado, secado y planchado industrial.
Cada una de las prendas que se quiera controlar deberá disponer de una etiqueta RFID. Estas etiquetas o tags se encuentran encapsuladas en un material plástico de alta resistencia que es capaz de soportar los procesos de lavado. Para dar de alta las prendas, se utiliza un lector RFID plano que permite leer más de 200 prendas simultáneamente.
Tras cualquier fase de lavado y fácilmente se visualiza en un monitor la información que se registró al dar de alta la prenda: la habitación, el nombre del residente, el tipo de prenda, los ciclos de lavado… etc
Tras la identificación viene la distribución de la ropa. Ésta debe pasar por el lector que indicará la habitación a la que pertenece para poder identificar al residente propietario. Cada prenda irá al casillero predeterminado ahorrando al personal tiempo en la identificación de prendas.
El sistema también permite comprobar que todas las prendas que se han acumulado en un mismo casillero corresponden al mismo residente. Para ello, sólo hay que colocar el montón de ropa sobre el lector y, si se ha realizado una correcta selección de las prendas, sólo debería aparecer un número de habitación.