Grecia seguirá siendo el foco de atención durante las próximas semanas.
Si se confirman las encuestan y el partido de Izquierda Radical, contrario a los acuerdos firmados por Grecia con la Troika, llega al poder, la secuencia de hechos previsible podría ser la siguiente: - El nuevo gobierno griego decide incumplir los acuerdos con la Troika y no aprueba ajustes adicionales por valor de 12.000 millones de euros. - Como consecuencia de dicho incumplimiento, Grecia no recibe el próximo desembolso previsto del segundo rescate de 174.000 millones de euros acordado. - Sin dinero fresco procedente del rescate, Grecia dejará de tener liquidez suficiente para hacer frente al pago de los sueldos de los funcionarios y las pensiones en euros. - El gobierno griego se verá obligado a pagar en "pagarés" o en una nueva moneda. - Los perceptores de dichos "pagarés" o de la nueva moneda intentarían utilizarlos en sus transacciones económicas. La pérdida de valor de pagarés o de la nueva moneda frente al euro sería inmediata y muy elevada. - Por su parte, al incumplir Grecia con sus compromisos, la banca griega dejará de percibir 23.000 millones acordados para recapitalizar sus balances. En consecuencia, el BCE puede considerar insolventes a los bancos helenos limitando enormemente sus posibilidades de financiación. - Ante la avalancha de retiradas de depósitos en euros por parte de los griegos, y ante el cierre de la financiación por parte del BCE, los bancos griegos se verán imposibilitados a dar a sus clientes los euros que demandan. - La historia demuestra que la moneda mala expulsa a la buena, de tal forma que en un breve periodo de tiempo Grecia tendría una gran escasez de euros. Tendrá que priorizar sus importaciones, ya que sus acreedores sólo aceptarán pagos en euros, no en una nueva moneda. Tendrá problemas hasta para su abastecimiento energético. - Las restricciones de todo tipo para la población no tardarán en aparecer. - La necesidad de bruscos recortes ante la imposibilidad del Estado de afrontar sus gastos será dramática. El futuro de Grecia depende de los griegos. Hasta las próximas elecciones todavía queda un mes. No obstante, los griegos han empezado a votar con la "cartera". Entre el lunes y el martes de esta semana se han retirado 1.200 millones de euros de depósitos bancarios. En el año 2011 salieron 40.000 millones de euros de los bancos. Quedan 168.000 millones en depósitos. De momento, los bancos obtienen su liquidez a través del Banco Central Griego, que a su vez la obtiene del Banco Central Europeo. Gracias al funcionamiento del sistema de Bancos Centrales, los bancos griegos todavía disponen de capacidad para descontar activos y solicitar liquidez en el Banco Central por un importe equivalente al 70% de sus depósitos. Cada día que transcurre la exposición del BCE a Grecia aumenta. Aun así, parece difícil que de momento deje de financiar a los bancos griegos. No existe en los tratados europeos ninguna cláusula que permita la expulsión de un país del euro. Aun así, el devenir de los acontecimientos puede obligar a Grecia a emitir su propia moneda, sin que se produzca una salida formal del euro. En ese momento, el BCE usará toda su artillería para erradicar los conatos de contagio en otras economías periféricas. Mientras tanto, España sigue emitiendo bonos en los mercados con una elevada demanda. En estos momentos el tipo de interés pagado es secundario, mientras exista demanda.
Artículo publicado en Renta 4