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El adelantamiento de la llamada “época de hambre” lleva al límite a la población del Sahel donde un millón de niños menores de cinco años están en riesgo inmediato de desnutrición infantilsevera y hay 12 millones de personas en emergencia nutricional.

PLAN distribuye ayuda de emergencia a la población refugiada en Níger y Burkina Faso mientras refuerza la atención sanitaria a los niños menores de cinco años y pone en marcha programas de alimentación en las escuelas de Níger, Malí y Camerún con el fin de evitar la desnutrición infantil.

En Níger muchas familias han comenzado a alimentarse a base de mijo, madera de los árboles y de los desechos reservados para los animales. A este país sólo ha llegado el 35% de la ayuda necesaria para disminuir el riesgo de desnutrición infantil.

El país cuenta con 5 millones de nigerianos en alerta alimentaria y un millón de niños en riesgo de desnutrición infantil severa. El gobierno local de Tillaberi se ha asegurado de que los refugiados tengan espacio donde asentarse y está facilitando la labor a ongs como PLAN en el reparto de alimentos, refugio y atención médica.

Las interminables épocas de sequía, las malas cosechas y las plagas de insectos de grillos y langostas han adelantado a abril la llamada “época del hambre” que en situación normal transcurre de junio a septiembre. La emergencia alimentaria afecta a más de 12 millones de personas en Níger, Burkina Faso, Malí, Chad y Camerún.

Los índices de desnutrición infantil en el Sahel son alarmantes. Más de un millón de niños en el país se encuentran en riesgo de desnutrición severa y arrastran enfermedades como la tos ferina o la meningitis.

Una situación que se repite también en Camerún, donde PLAN está distribuyendo antibióticos a niños y niñas de 0 a 5 años y también equipando los puestos de salud con balanzas para bebés y medidores de altura, que puedan ayudar a diagnosticar la desnutrición infantil severa. Se están implementando programas de concienciación para enseñar a las madres a mantener a sus hijos sanos con los alimentos disponibles y a que sepan reconocer los signos de la desnutrición.

Los proyectos de desarrollo de PLAN , presente en la región desde hace más de dos décadas, han aumentado los niveles de seguridad económica de las familias permitiendo una mayor resistencia de la población ante las recurrentes crisis, sin embargo esta última sequía ha llevado al límite a 12 millones de personas, especialmente niños y mujeres.

Para hacer frente a la crisis, desde principios de año, PLAN está llevando a cabo en Níger la instalación de sencillos sistemas de riego a la vez que se informa a la población de distintas opciones agrícolas con mayor valor nutricional, lo que permite diversificar la producción y aumentar la disponibilidad de alimentos en las aldeas.

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