El agua es un bien que todos damos por común, pero en ciertas zonas, a veces muy cercanas a nosotros, es un bien preciado del que pueden desprenderte en cualquier momento. Hay muchos motivos por lo que esto puede pasar. El Pequeño Zahorí, se centra en una realidad universal, la progresiva desertificación de zonas donde la agricultura es el medio de supervivencia de millones de familias.
El Pequeño Zahorí es un cortometraje que explora esta problemática desde un enfoque realista con tintes mágicos. Sin perder de vista la crudeza de la situación, en donde estan presentes la falta de agua y la humildad de una forma de vivir, su claro compromiso social comparte espacio con la exploración de la magia y el misterio que la realidad más descarnada puede albergar y, sobre todo, nos habla de esperanza y de paciencia, personificadas en el pequeño hijo de una familia afectada por la sequía en sus campos de cultivo.
Julio Moreno, director aragonés, ha querido plasmar en El Pequeño Zahorí una situación rural y medioambiental tan actual como preocupante, trufándola con elementos narrativos inspirados en el estilo del llamado realismo mágico. Elementos que emergen a través de la mirada del pequeño David, hijo de una pareja de jovenes de agricultores, y su encuentro con un misterioso anciano.
Cuando más de 100.000 cabezas de ganado han muerto en Andalucía hace apenas una semana, el espectador o lector medio quizás se encuentre a sí mismo entendiendo un problema que hasta ahora era para muchos casi desconocido. Por desgracia, es algo muy real y totalmente presente en el día a día de nuestro país.
El cortometraje está protagonizado por Hugo Grimalt, Jesús Benito, Olga Arnal y Rufino Ródenas. El rodaje se ha realizado en los Monegros, provincia de Zaragoza, en la localidad de Farlete, contando con la ayuda de las instituciones de la zona.
El Pequeño Zahorí ha sido producido por AVED, una pequeña productora catalana afincada en Barcelona, cuyo filosofía de producción abraza la creación de productos audiovisuales de temática social y el apoyo a autores emergentes. Para acometer la posproducción de este cortometraje, se influyeron en la metodología de proyectos como El Cosmonauta (40.000 euros recaudados por crowdfunding en poco más de un mes), en donde el micromecenazgo por parte de sus futuros espectadores, a la postre gente interesada en las temáticas tratadas en la obra en cuestión, hacían posible la producción de una obra que no solo satisfacía los gustos de dichos espectadores sino que les obsequiaba con extras que les hacían sentir aun más próximos a la creación de la misma, rompiendo así las barreras unidireccionales del modelo clásico creador-espectador.
El equipo de El Pequeño Zahorí se siente muy agradecido de la colaboración que todo espectador 2.0 quiera tener. Asimismo, no quieren dejar de agradecer al Ayuntamiento de Farlete, a la comarca de los Monegros y a todos los que han hecho posible este proyecto por su colaboración y ayuda al proyecto. Igualmente agradece al portal Lanzanos.com el haber acogido el crowdfunding del proyecto en http://www.lanzanos.com/proyectos/el-pequeno-zahori/