El Gobierno irlandés anunció el martes que el referéndum sobre la adhesión del país al nuevo pacto fiscal de la Unión Europea se celebrara el 31 de mayo, iniciando de forma oficial su campaña de apoyo al acuerdo para evitar que el país quede excluido del acceso a futuros fondos de rescate.

DUBLÍN (EFE Dow Jones)--El Gobierno irlandés anunció el martes que el referéndum sobre la adhesión del país al nuevo pacto fiscal de la Unión Europea se celebrará el 31 de mayo, iniciando de forma oficial su campaña de apoyo al acuerdo para evitar que el país quede excluido del acceso a futuros fondos de rescate. Irlanda se encuentra en el segundo año de un programa de austeridad vinculado a préstamos por valor de EUR67.500 millones de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. Los votantes, enojados por la alta tasa de paro y expuestos a mayores impuestos y recortes del gasto público, decidirán si protestan contra el programa o aceptan un acuerdo que los ligará a las impopulares instituciones europeas. Los gobiernos británico y checo han decidido no participar en el pacto fiscal. No se trata de un tratado formal de la Unión Europea, así que no puede ser bloqueado si un estado lo rechaza. De hecho, el acuerdo intergubernamental requiere la ratificación de sólo 12 de los 17 estados miembros de la UE para ser efectivo. Sin embargo, Irlanda se juega mucho con el referéndum ya que el rechazo al pacto privaría al Gobierno de acceso al Mecanismo Europeo de Estabilidad --o MEDE--, el fondo permanente de rescate del bloque comunitario. El Gobierno irlandés planea regresar a los mercados internacionales de bonos el próximo año y financiarse exclusivamente de esta fuente en 2014. Con una economía que crece menos de lo esperado, muchos economistas dudan de que el país sea capaz de satisfacer en los mercados todas sus necesidades de financiación y necesitará, en consecuencia, pedir ayuda a la UE. De cualquier manera, la capacidad del Gobierno para colocar su deuda se vería impulsada si tuviera acceso al MEDE. En un principio, Dublín se mostró reacio a la votación porque temía un reacción negativa contra las instituciones europeas, como el Banco Central Europeo, que son ampliamente percibidas como organismos que han forzado a los irlandeses a pagar de sus bolsillos las deudas de los bancos para mantener la estabilidad financiera en la eurozona. La últimas encuestas de opinión sugieren que los votantes aprobarán el pacto fiscal por mayoría del 60% frente al 40%, si se excluye a aquéllos que no saben/no contestan. El Sinn Fein, el segundo mayor partido de la oposición, y muchos legisladores independientes anunciaron que harán campaña para rechazar el acuerdo porque compromete a Irlanda a un estado de austeridad casi permanente y merma la soberanía del país a la hora de establecer sus políticas fiscales. -Por Eamon Quinn, Dow Jones Newswires; +353 1 6762189; eamon.quinn@dowjones.com           Artículo publicado en Renta 4