La innovación esta de moda en la politica actual.
La innovación está de moda en la política actual. El interés de los gobiernos por ella ha ido creciendo en los últimos años y se ha visto acentuada durante la reciente recesión económica. Tradicionalmente asociado al sector privado, el testigo de la innovación ha sido recogido por los gobiernos, que presentan sus estrategias de innovación y muestran con orgullo el aumento de gasto en I+D con relación al Producto Interior Bruto del país. No obstante, ¿son los gobiernos los actores más indicados para protagonizar el guión de la innovación? Incluso entre los expertos del Future Trends Forum no existe un consenso respecto a las políticas más adecuadas para fomentar la innovación, pero en lo que sí parecen coincidir es que, según la analogía utilizada por Peter Nicholson, ex presidente y consejero delegado del Consejo de Academias de Canadá y experto del Future Trends Forum, «la función de un Gobierno es encerar la tabla de surf, pero es la empresa quien realmente tiene que coger la ola». Es decir, los gobiernos tienen que allanar el camino para los emprendedores y las empresas, pero serán estos últimos agentes los que determinen en última instancia la capacidad innovadora de un país.
El papel del Gobierno, por tanto, es muy importante, pero como se verá en los siguientes apartados, no constituye el único factor que se debe tener en cuenta a la hora de estudiar la innovación. El enfoque tradicional para cuantificar la innovación en un país ha sido la medición de parámetros como el número de patentes por millón de habitantes, las publicaciones en revistas científicas o el gasto en I+D. Mientras que muchos gobiernos siguen fijando sus estrategias de innovación en base a estos parámetros, la gran mayoría de los informes de innovación otorgan una mayor amplitud a este concepto utilizando otros parámetros que capturan la innovación en los mercados emergentes o los efectos de la innovación en el bienestar social.
A pesar de las diferencias tanto en el método de cuantificación de la innovación como en el marco temporal de los estudios, la ilustración muestra que los cuatro informes guardan coherencia en los resultados, ya que todos ellos coinciden en nueve países de los que señalan como los quince más innovadores (Suecia, Dinamarca, Finlandia, Singapur, Holanda, Estados Unidos, Canadá, Japón y el Reino Unido), y lo mismo ocurre con otros tres países en al menos tres de los informes (Suiza, Corea del Sur y Luxemburgo).
En el cápitulo 3 de nuestra publicación “El arte de Innovar y emprender” encontrará desarrolladas todas las características de los roles que deben asumir cada una de las piezas de este puzle de Innovación.
Artículo publicado en Fundacion Bankinter