El objetivo del decàlogo es transformar los espacios de las universidades españolas y conseguir optimizar el uso y gestión de edificios estancos y vacíos; reducir los costes de construcción, operación y mantenimiento de estos inmuebles para impedir

Madrid, 14 de febrero de 2012.- La compañía DEGW, consultora especializada en estrategia y diseño de espacios de trabajo y aprendizaje, ha elaborado un decálogo en el que se dan las claves de cómo debería ser la universidad del futuro para alcanzar el Campus de Excelencia Internacional, y conseguir así que los universitarios de España se equiparen a los estudiantes de otros países europeos. A la consultora no le basta con mejorar el interior de las aulas, sino que va más allá: propone reformar las zonas comunes y convertirlas en auténticos espacios sociales de aprendizaje.

Ante el desafío de utilizar y mantener la gran cantidad de inmuebles hasta ahora construidos y recuperando algunas de las conclusiones del citado evento, DEGW recomienda:

1. Compartir o no ser, esa es la cuestión Los espacios especializados universitarios, como laboratorios o bibliotecas de investigación, donde mayor inversión por metros cuadrados se realiza, apenas son utilizados un 8% del tiempo. Además, los espacios genéricos como aulas, bibliotecas o auditorios, que representan el 40% del espacio universitario se utilizan sólo un 20%. Por ello, es imprescindible ampliar la densidad de utilización de estos espacios existentes con objeto de justificar su coste. Compartir espacios es sinónimo de eficiencia; cuantos más estudiantes, profesores, personal de servicios e incluso usuarios externos utilicen el espacio de la universidad durante más horas al día y durante más días, mejor será su aprovechamiento.

2. Eliminar barreras La tecnología ha alterado la noción del espacio-tiempo. Las TICS han establecido nuevas formas de trabajo y colaboración donde lo principal son las redes y conexiones: alguien tiene la solución a tu problema y en un mundo conectado será más probable llegar a ella. También los límites entre áreas de conocimiento son difusos, el conocimiento no se genera desde disciplinas aisladas, sino a partir de uniones y vínculos interdisciplinares. Por tanto, para favorecer la conectividad de los diferentes procesos es necesario eliminar estas barreras físicas, borrar los límites, conectar los espacios y abrir los edificios a la heterogeneidad de usuarios.

3. “Univerciudad” Hacer univerciudades es acercar la universidad a la ciudad, devolviéndole su centro de gravitación, integrándola más, intercambiando los espacios y compartiendo los usos.

Se deben materializar estas sinergias entre ambos territorios: la universidad, generando riqueza local, debe ser parte de la solución a la crisis; la ciudad, a la que la universidad da servicio, debe poner sus infraestructuras a disposición de las comunidades universitarias. Además, la universidad se debe planificar como una ciudad: promoverse la utilización de espacios clave en horarios de 24 horas y 7 días a la semana buscando la máxima productividad de los metros cuadrados.

4. La calidad es importante Una premisa sostenible es compensar cantidad por calidad. Si ocupamos menor superficie (menor presupuesto, menor gasto), se debe invertir en calidad (mobiliario y tecnología) con objeto de potenciar que el espacio se use más intensamente. Por esta razón, DEGW recomienda reducir los espacios privados en favor de los públicos, icónicos y multiusos, para todos los colectivos y fácilmente adaptables en tamaño y función.

5. …pero la cantidad también cuenta Asimismo, hay que cuestionar la cantidad de espacio que realmente necesita en propiedad cualquier universidad. Es recomendable establecer o incrementar los acuerdos con los ayuntamientos, empresas u otras universidades para compartir el uso y gestión de los recursos disponibles en beneficio de todos. Es viable compartir espacios docentes, de trabajo, alojamientos y soporte de ocio y restauración (cafeterías, restaurantes, centros culturales e instalaciones deportivas). De esta manera, no sólo se reducirán los costes de inversión, gestión y mantenimiento de muchos inmuebles, sino que esta estrategia además favorecerá la calidad de los espacios y servicios.

6. Reciclar es necesario A priori en edificación la opción más sostenible es reutilizar. La inversión en movimiento de tierras y hormigón armado no aporta valor añadido. Sobre todo en tiempos de crisis, hay que considerar esta posibilidad y transformar los edificios existentes, sobre todo aquellos con especial valor local y cultural, antes de construir nuevos inmuebles. Gran cantidad de edificios históricos están lujosamente disponibles en muchas ciudades universitarias y proporcionarían entornos de trabajo inspiradores que contribuyan a la atracción de estudiantes, docentes e investigadores.

7. Vivir los valores El entorno construido del campus debe reflejar los valores distintivos de la Universidad. Si una institución quiere convertirse en un referente en innovación, creatividad, sostenibilidad, colaboración, emprendimiento, debe procurar que esto se respire en sus espacios de manera que no sólo el colectivo universitario sino todos los visitantes externos viva estos valores. Para esto es necesario pararse a observar si aquello a lo que se aspira es realmente lo que cuentan los espacios universitarios.

8. Fomentar el aprendizaje social… en cualquier parte Los espacios de intersección y de circulación, que suponen hasta un 40% de la superficie bruta de cualquier universidad constituyen una gran área infrautilizada en los inmuebles. Sin embargo estos están entre los más valorados y son enormemente populares. Existen muchas oportunidades para crear espacios sociales de aprendizaje a través del campus recuperando estos espacios perdidos (pasillos, entradas de edificios, comedores y cafeterías entre horas de comida) gracias a su potencial como espacios de interacción, socialización e intercambio: hay que convertirlos en lugares para el encuentro y la comunicación interdisciplinar para que sean capaces de alojar usos inesperados y dar soporte para el trabajo y el aprendizaje, allí donde espontáneamente ocurra.

9. Liderar con el ejemplo Antiguamente, en los campus se le otorga gran importancia al territorio individual infrautilizado frente al espacio compartido, ¿es el mensaje que la universidad desea transmitir a las nuevas generaciones? ¿No sería necesario que las instituciones del conocimiento, motor de un nuevo modelo productivo, lideraran el cambio de valores sociales predicando con el ejemplo?

Es urgente que reduzcan la huella ecológica e incrementen la eficacia en la utilización y gestión del patrimonio inmobiliario universitario, no sólo por economía, sino también por coherencia con el rol de estas instituciones.

10. Usar una hoja de ruta Para controlar los riesgos financieros de las operaciones inmobiliarias y ajustar el tamaño y características del patrimonio a las necesidades reales, se recomienda que cada universidad tenga un hoja de ruta; se debe generar internamente, como ejercicio de participación entre alumnos, docentes de distintas facultades, personal de servicios, administraciones locales y otros agentes externos involucrados, colaborando estos en el enunciado de necesidades pero dejando la gestión en manos de equipos profesionales en esta materia.

Sobre DEGW DEGW es una consultora internacional especializada en diseño y planificación del espacio de trabajo. Fundada en 1973, dispone de oficinas en Europa, Asia Pacífico y Norteamérica y actualmente forma parte de la multinacional AECOM.

El trabajo de DEGW integra investigación, estrategia y conceptos espaciales para usuarios, diseñadores y propietarios. Está nutrida de un profundo conocimiento de la cambiante naturaleza del trabajo y el aprendizaje, a nivel global, regional y local, y se aplica en un amplio espectro de sectores - espacios de trabajo corporativos, oficinas gubernamentales, entornos de aprendizaje e investigación así como de salud. Genera soluciones transformadoras que utilizan el espacio más productivamente, mejoran el desempeño de las organizaciones e inspiran a los individuos a conectarse entre sí.

La compañía cuenta entre sus clientes con empresas como BBC, CiscoSystems, Citibank, Credit Suisse, Garrigues Abogados, Google, Hachette, Hewlett Packard, Lilly, Microsoft, Morgan Stanley, Nokia, Pfizer, Price Waterhouse, Sony, Sun Microsystems, Telefónica, entre otros, así cómo organismos oficiales y universidades en un amplio abanico de países.

Para más información: Actitud de Comunicación Malú Aragonés / María López de Lerma 91 302 28 60 / 659 18 75 89