En el condado de Pibor, Sudàn del Sur, màs de 76.000 desplazados internos necesitan urgentemente refugio y comida. PLAN colabora con el Programa Mundial de Alimento repartiendo comida entre los desplazados.
PLAN se encuentra entre las primeras organizaciones en responder a esta situación de emergencia protagonizada por los desplazados internos en Sudán.
“La comida que hemos recibido hoy es lo único que tenemos. Los atacantes de la tribu Lou Nuer saquearon todo. Nos robaron las vacas y quemaron nuestros cultivos”, dice Mary Nyagolol, residente de Likuangole desplazada en la ciudad de Pibor en el estado de Jonglei, Sudán del sur.
Nyagolol, de cuarenta años, es uno de los desplazados internos de Sudán que tuvo que huir de Likuangole con su familia al amanecer. Su hijastro fue raptado durante la noche, mientras corrían para salvar sus vidas. “Cuando me enteré de la distribución de alimentos en Pibor, fui a verlo y volví para informar a mi familia. Después, fuimos todos juntos a la ciudad para registrarnos y poder conseguir la comida”, cuenta Mary. “Nuestros poblados han sido reducidos a cenizas y no tenemos ningún sitio a donde volver a no ser que nos faciliten refugio y alimentos”.
En el condado de Pibor, más de 76.000 desplazados internos en Sudán necesitan urgentemente refugio y comida. Desde que se iniciaron los ataques el pasado 30 de diciembre, PLAN, en colaboración con el Programa Mundial de Alimentos, ha repartido comida entre, al menos, 17.000 desplazados internos.
Necesidad de ayuda urgente para los desplazados internos en Sudán
Las agencias internacionales presentes en Jonglei afirman que la situación es grave y que la ciudad necesita ayuda urgente. Los informes muestran que todos los poblados han sido quemados y la gran parte del ganado robado o asesinado.
Las autoridades locales del condado de Pibor está pidiendo a las ONG que recoloquen a los desplazados internos de Sudán y les proporcionen ayuda en sus lugares de origen. PLAN se encuentra entre las primeras organizaciones en responder a esta petición y ya ha desplegado un equipo de respuesta ante emergencias.
Actualmente, PLAN está distribuyendo alimentos entre más de 30.000 desplazados internos en Gumuruk y Likuangole y tiene previsto permanecer en esta zona durante al menos los próximos dos o tres meses.