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Estos cartuchos, totalmente biodegradables, minimizaràn el impacto del deporte de la caza, contribuyendo a ciclo sostenible de los productos

Cuando se realiza un disparo, de todos los componentes del cartucho que salen expedidos de la escopeta, el taco del cartucho se mantiene en el medioambiente. De forma general, el taco del cartucho se desplaza durante el disparo unos 50 a 80 metros, lo cual los hace muy difícil de recuperar a pesar de la concienciación medioambiental de los tiradores. Según el Ministerio Español de Medioambiente y el informe de Maxam Outdoors (uno de los fabricantes más importantes de cartuchos de caza), se utilizan en el mundo entero unos 3000 cartuchos de caza cada año (1000 millones en sitios controlados y 2000 millones en espacios abiertos, con mayor relevancia en los humedales). Estos tacos suelen pesar entre 2.5 y 4 gramos, lo cual constituye unas 6000 toneladas anuales de materiales no biodegradables en espacios abiertos, con el consecuente riesgo para la salud humana y de nuestro planeta. Con la implementación en el mercado de este proyecto, se espera reducir 800 toneladas de estos residuos en el ámbito global, 200 de las cuales corresponden al entorno europeo. Por ello, se desarrolla un proyecto de innovación financiado por la Comisión Europea dentro del Programa CIP Eco-Innovation denominado "Biodegradable and environmental friendly component (wad) based on PVA for a cartridge" e iniciado en agosto de 2011. El objetivo principal de este proyecto es el diseño, fabricación y lanzamiento al mercado de un cartucho de escopeta innovador y ecológico con componentes hidrosolubles y biodegradables. Este taco, fabricado en formulación Green cycles, es soluble en agua, biodegradable y eco-compatible, lo cual minimizará el impacto medioambiental de las actividades de caza o prácticas de tiro. AIJU trabajará durante dos años en este proyecto, liderado por la empresa valenciana Plásticos Hidrosolubles, ayudando a la mejora de la formulación del material. Miguel A. León, técnico del proyecto en AIJU establece que “vamos a colaborar activamente junto con PH en el desarrollo de las formulaciones de PVA para que el material cumpla los requisitos específicos para este tipo de productos. La complejidad de este desarrollo radica en la propia naturaleza del material, ya que sus propiedades mecánicas varían ampliamente en función de las condiciones ambientales donde se encuentre el producto”. Esperemos que existan muchas iniciativas de éxito en esta línea que puedan contribuir a la preservación de nuestro medio ambiente.