Màlaga, Barcelona, Santander, Madrid y Donostia-San Sebastiàn lideran la clasificación.
IDC España, firma referente en inteligencia de mercado, asesoría estratégica y organización de eventos para la industria de las tecnologías de la información, ha llevado a cabo con la colaboración y patrocinio de BBVA, Ferrovial Servicios, IBM, Microsoft, Sage, Telefónica y Urbiotica, un estudio que analiza y clasifica las principales ciudades españolas según diversas variables que determinan el grado de “inteligencia” de las mismas. Dicho informe pone de manifiesto la necesidad de las ciudades españolas de evolucionar desde su modelo de desarrollo y gestión actual para establecer las bases de un futuro sostenible, inteligente y socialmente válido a través de una coordinación adecuada de organismos públicos y privados.
IDC define las Ciudades inteligentes como una unidad finita de una entidad local (distrito, ciudad o, eventualmente, región o pequeño país) que realiza el esfuerzo consciente de utilizar las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para transformar su modus operandi en alguna de las siguientes áreas: generación, entrega y utilización de la energía; medio ambiente; gobierno; movilidad y edificación. El objetivo de esta transformación es mejorar la calidad de vida de su población y asegurar el desarrollo de una economía sostenible.
Para determinar el punto de partida en nuestro país, IDC ha llevado a cabo un estudio* en el que han participado las 44 ciudades españolas con más de 150.000 habitantes. En el mismo se ha evaluado su grado de “inteligencia” actual y la “inteligencia” de sus planes de futuro tomando como índices para su análisis un total de 94 indicadores clave y 23 criterios de evaluación agrupados en dos conjuntos de variables: Smartness Dimensions y Enabling Forces.
Enabling Forces son las características de la ciudad que pueden facilitar o dificultar su transformación en una ciudad inteligente, como la población, la economía y las TIC. En cuanto a las Smartnes Dimensions, se han considerado los proyectos y políticas puestos en marcha por los distintos organismos involucrados en gobierno, edificación, movilidad, energía y medio ambiente, y servicios para la evolución futura de una ciudad inteligente.
“Dado que los recursos naturales son finitos, las ciudades deben encontrar las estrategias para ser más eficientes en el uso que sus habitantes hacen de la energía, el agua, o las emisiones de gas, a la vez que hacen frente al incremento de población, que impacta directamente en la movilidad, las infraestructuras públicas y el uso de los servicios”, apunta Rafael Achaerandio, director de Análisis de IDC Iberia. “Sin embargo, y pese a los esfuerzos realizados por los distintos ayuntamientos y las políticas europeas, España debe todavía recoger los beneficios del importante desarrollo del concepto de ciudad inteligente. Esto es debido a que el marco de trabajo de una ciudad inteligente no es exclusivo de los organismos públicos, sino que requiere de la participación de entidades privadas y de cierta madurez social”.
Ranking de Ciudades inteligentes españolas
Una vez finalizado el análisis, IDC ha dado a conocer los resultados del mismo y la clasificación de las ciudades participantes. El ranking lo encabezan las denominadas Top Five, las cinco ciudades con mejores puntuaciones en el ranking y con proyectos “inteligentes” ya en funcionamiento.
Las diez siguientes, denominadas Aspirantes, son aquellas ciudades que, pese a obtener buenas puntuaciones en los indicadores Smartness Dimensions, no consiguieron la excelencia en ninguno de ellos. Las puntuaciones alcanzadas en los indicadores Enabling Forces son muy variadas en este caso, y van desde valores por debajo de la media hasta el máximo posible, como es el caso de A Coruña.
Estas ciudades han sido denominadas como Aspirantes por su capacidad para ocupar alguna de las cinco primeras plazas si sus respectivos grupos de influencia (gobierno, industria y servicios públicos) ponen en marcha los mecanismos adecuados. Estas diez ciudades ordenadas alfabéticamente son: A Coruña, Bilbao, Burgos, Elche, Hospitalet de Llobregat, Pamplona/Iruña, Santa Cruz de Tenerife, Terrassa, Vitoria-Gasteiz y Zaragoza.
A continuación las Participantes, un total de 21 ciudades que, pese a tener en marcha algún tipo de acción en su camino hacia la “inteligencia” no son ciertamente proactivas ni líderes en sus iniciativas. Por último, cierran la clasificación las ciudades Seguidoras, ocho municipios que han obtenido clasificaciones por debajo de la media en todas las variables analizadas.
Las Top Five del ranking
Málaga encabeza el ranking español de ciudades inteligentes. Esta ciudad ha sido pionera en el desarrollo de un proyecto de ciudad eco eficiente, basado en la integración óptima de fuentes de energía renovable en la red eléctrica. El objetivo del mismo es conseguir un ahorro del 20 por ciento en energía en la zona seleccionada, Playa de la Misericordia, con un total de 12.000 hogares.
La urbe que ocupa el segundo lugar es Barcelona, que destaca por su adopción de las TIC y las soluciones de movilidad en el transporte urbano, con el desarrollo del proyecto LIVE (Logística per a la Implementació del Vehicle Elèctric, http://w41.bcn.cat/) como referencia. Cabe recordar que el sector transporte es el responsable del 37,9% del consumo de energía final en España y representa más de la cuarta parte de las emisiones de CO2.
La tercera ciudad clasificada, Santander, ocupa esta posición debido a sus significativos avances en las áreas de edificación, energía y medio ambiente. Mediante el proyecto SmartSantander (http://www.smartsantander.eu/) esta ciudad de menos de 200.000 habitantes se posiciona como una muestra realista para la experimentación y evaluación del Internet del futuro y de las cosas. Para ello, se han desplegado 20.000 sensores orientados al control medioambiental y de tráfico, la eficiencia en el transporte público y la gestión de los residuos urbanos.
Madrid, la cuarta ciudad del ranking, destaca por su economía y base TIC. Además de ser la mayor economía española, Madrid ha sido clasificada por el Global Economic Power Index como la décimo cuarta ciudad con más poder económico del mundo. Las actuaciones “inteligentes” llevadas a cabo se centran en el Centro Integrado de Servicios de Emergencia (CISEM), que moderniza y coordina todos los servicios de emergencia. De esta forma, SAMUR, bomberos y policías municipales se integran en un mismo centro de control, mejorando así su tiempo de respuesta. Éste ha disminuido en los últimos años un 25% y se sitúa de media por debajo de los 8 minutos para Policía y bomberos y 7 para el SAMUR.
En cuanto a la movilidad urbana, destacan los sistemas de información en tiempo real de la Empresa Municipal de Transportes, el proyecto MOVELE para la implantación del vehículo eléctrico y el programa Car Sharing (vehículo multiusuario).
Cierra el listado de las cinco primeras ciudades inteligentes españolas Donostia-San Sebastián, con un especial énfasis en los servicios y la movilidad. El proyecto Estrategia 2020 Donostia-San Sebastián (http://donostiafuture.com/cas/portada.php) se basa en cuatro ejes estratégicos principales: Diseño en DSS; Personas y valores; Ciudad conectada; Vivir, disfrutar.
Recomendaciones para las ciudades
Como parte del informe, IDC apunta cinco recomendaciones a tener en cuenta por aquellas ciudades que quieran avanzar en su camino hacia una economía inteligente.
Definir la estrategia como ciudad inteligente: Las ciudades sostenibles son los mejores lugares para vivir y resultan menos caras de gestionar. Ciudades de todo el mundo compiten por atraer inversiones, habitantes que incrementen su PIB, y turistas. Cada una de ellas ha de cuidar su desarrollo sostenible de cara al futuro, y evaluar claramente los aspectos más relevantes sobre los que trabajar.
Construir la ciudad inteligente: Una vez clara y validada la estrategia, hay que transformar los objetivos en un plan de implementación cuidadosamente diseñado que se adecúe a la estrategia y con puntos de valoración mensurables. El plan de acción requerirá colaboración de actores públicos y privados.
Innovar en servicios inteligentes: Una ciudad inteligente no es un conjunto de tecnologías independientes que proporcionan datos e información, sino un sistema de sistemas cuyo último objetivo es mejorar la calidad de vida de sus habitantes y asegurar su desarrollo económico sostenible. Con este enfoque en mente, todos los servicios, públicos y privados, deben ser reevaluados y cuestionados para poder transformarse en servicios innovadores para los ciudadanos.
Gestión y operaciones inteligentes: La gestión profesional de la ciudad es necesaria para mejorar en eficiencia, medir los rendimientos y tomar decisiones basadas en una visión realista de la ciudad, los servicios y su impacto en la sociedad. Una gestión inteligente también implica una mejora de los procesos y mejor organización ciudadana, un cambio que requiere un compromiso a largo plazo.
Medición inteligente y mejora continua: La transformación en ciudad inteligente es un camino largo. Es importante mediar y comunicar los logros intermedios. Además, IDC recomienda revisar, analizar y replanificar la inteligencia de la ciudad de forma continua.