La franquicia especializada en crepes y ensaladas ha superado durante los meses principales de verano su previsiones de ventas, gracias a la llegada de miles de clientes como consecuencia de la subida del turismo, nacional y extranjero, y a la celebra

Tenerife, 21 de agosto de 2011.¬- La crepería La Boheme suma y sigue. Como ya ocurrió en Semana Santa, época especialmente beneficiosa para la hostelería por la llegada de turistas, los meses de julio y agosto han provocado una avalancha de clientes en la crepería, duplicando las ventas que se registran habitualmente.

Las Islas Canarias han protagonizado la subida del turismo más elevada de la década a lo largo de este año, como consecuencia de la crisis y las revueltas que se han producido en el norte de África y Egipto y eso se ha notado en el sector servicios. Las cifras lo dejan claro. En lo que respecta sólo al turismo extranjero, Canarias registró el segundo mejor resultado de su historia en el mes de julio con la llegada de 842.571 pasajeros.

Según el gerente del negocio, Thierry Carayol, “los cuatro establecimientos que tenemos está ubicados en zonas muy turísticas, por lo que generalmente en los meses de junio, julio y agosto, recibimos hasta un 60% más de clientes y este año con más motivo hemos conseguido nuestro objetivos”.  

A este incremento del turismo como consecuencia de la crisis política en el continente vecino hay que sumar la celebración de una de las pruebas del Campeonato Mundial de Windsurf en El Médano; este hecho, ha permitido que cientos de personas aficionadas al surf de todos los puntos del mundo hayan podido degustar los platos de la crepería.

Nuevas contrataciones La buena salud de la que goza la crepería se demuestra en la contratación de ocho nuevos camareros repartidos entre los cuatro restaurantes de La Boheme para atender a los clientes adecuadamente. Se trata de una cifra que, a juicio del gerente de la cadena, “es bastante llamativa y más en los tiempo de crisis en los que nos encontramos”.

De cara a los próximos meses, las expectativas de Thierry Carayol, ahora que en Tenerife su enseña goza de entidad suficiente y su éxito ha quedado demostrado, pasan por crecer también por la península para expandir su modelo de negocio. “Esperamos que los franquiciados encuentre en este negocio un bienestar y un trabajo que les permita mantener un equilibrio con su vida privada y les garantice el éxito”, concluye.

Sobre la crepería La Boheme Desde 1996, año en el que se abría el primer establecimiento, La Boheme ha tenido como línea de negocio principal el servicio de comida-crepes-ensaladas, mediante el sistema de restaurante, bajo el concepto de comida rápida, sana, de calidad y a precios moderados. Y gracias a ello, se ha convertido en una marca más que reconocida en la isla de Tenerife, de la mano de su fundador y presidente, Thierry Carayol, de origen francés.

En la actualidad, todo aquel que quiera poseer un negocio como éste, puede hacerlo, gracias a que La Boheme tiene abierta sus puertas al mundo de la franquicia. Además, la enseña ofrece un programa de formación para el franquiciado muy completo, con una parte teórica y otra práctica, que le permitirá aprender todo lo necesario para poner en marcha el negocio, contando con la asistencia y el apoyo continuado por parte del franquiciador.

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