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La programación contribuye al desarrollo de la creatividad, del pensamiento computacional, crítico y racional, habilidades clave para la empleabilidad

Buen nivel de inglés… ¿y qué más? La empleabilidad del futuro estará condicionada por nuevas exigencias derivadas de las tendencias tecnológicas en la sociedad y del auge de la digitalización en las compañías. En este contexto, la programación se erige como una disciplina fundamental para acceder al mercado de trabajo, junto con el dominio del inglés, según concluyen los expertos de Smartick, método para aprender matemáticas online.

El coding, como también se conoce esta materia, está dejando de considerarse un requerimiento exclusivo para trabajar en empresas tecnológicas y ya forma parte de las condiciones de contratación de compañías de diversos sectores, como entidades financieras, empresas turísticas y compañías del sector de la comunicación.

Este auge de la programación se debe a la creciente integración de procesos digitales en el seno de las empresas. “Dominar el coding requiere de habilidades clave en el desarrollo de otras disciplinas distintas a la programación, de ahí que sus aplicaciones se adapten perfectamente a diferentes sectores. En el caso de los niños, tiene muchos beneficios en el rendimiento académico de otras asignaturas que requieren de creatividad, pensamiento computacional, crítico y racional”, asegura Javier Arroyo, cofundador de Smartick.

Los procesos de transformación digital están dinamizando el sector empresarial a nivel internacional. En concreto, la demanda de profesionales TIC (entre los que se encuentran los programadores) crece a un ritmo del 3% cada año, tendencia que conllevaría la escasez de trabajadores de este ámbito en toda Europa, unos 900.000 profesionales en 2020, según el Informe IMMUNE sobre el estado del coding.

Teniendo en cuenta estas perspectivas, es fundamental que los niños tomen contacto con la programación cuanto antes. Eso sí, Arroyo señala que hay que hacerlo a través de metodologías atractivas que se adapten a sus circunstancias: “A un niño no le podemos poner de entrada HTML, lo que hay que hacer es entrenar su estructura mental como preparación para esa tarea que desarrollará más tarde”.

Un ejemplo de cómo trabajar esta disciplina a edades tempranas es Smartick Coding, integrado dentro del método para aprender matemáticas online y que se dirige a niños a partir de seis años. Este nuevo contenido cuenta con tutoriales interactivos y permite aprender esta disciplina desde cero, contando con un correcto nivel de lectura y el entendimiento de la visión espacial a izquierda y derecha.

En la red hay muchos recursos gratis, pero elegir cuáles son buenos, conseguir que el niño se anime y vea su evolución, es realmente complicado para padres a los que la programación les es totalmente ajena. El valor fundamental de Smartick es, como ya hacen con las matemáticas, ser capaces de sistematizar el mejor contenido y que el niño esté concentrado durante 15 minutos aprendiendo un lenguaje que le va a ser muy útil.

En la educación reglada, la apuesta de las instituciones de enseñanza por el desarrollo de programas educativos que den protagonismo a la programación será clave para satisfacer las necesidades del mercado laboral. Como ya ocurre con el bilingüismo, se trata de integrar la materia de forma transversal compartiendo contenidos con otras disciplinas, como las matemáticas.