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Una restructuración de los servicios ha obligado a sus profesionales a adaptarse a nuevos tiempos

La visualización de distintas películas inspiradas en el sector y la mundialización de creaciones literarias como Sherlock Holmes han hecho que actualmente la idea de detective privado se aleje bastante de la realidad para un amplio grueso de la población.

Para empezar, es más que necesario tener estudios universitarios para poder ejercer como tal. Los conocimientos en Derecho, Técnicas de la Investigación o incluso fotografía son imprescindibles. Actualmente esta profesión se encuentra en un momento de cambios. Si bien cada vez son más quienes confían en los servicios de un detective para solucionar problemas de diversa índole, pero lo cierto es que aún hay quien desconoce los servicios que ofrecen estos profesionales.

“Aunque históricamente se conoce la actividad del detective por estar basada en temas familiares, lo cierto es que a día de hoy ha evolucionado esta profesión. Las empresas modernas cuentan con detectives privados como colaboradores habituales de la misma manera que requiere el servicio de algún abogado”, afirmó el portal Negocios y Empresa. Ejemplo de ello es Detectives Zurita, esta empresa de detectives privados en Sevilla cuenta cada día con más clientes que tienen como objetivo cerciorarse de que en su negocio las cosas funcionan correctamente.

Buena cuenta del cambio sufrido es el actual auge en la demanda de detectives para las investigaciones de carácter laboral. El Gobierno presentó este año un plan antifraude con las Mutuas Colaboradoras de la Seguridad Social. El principal motivo es la investigación de los casi 64.000 casos de baja laboral que existen en el país. El papel de los detectives en estas ocasiones es el de cerciorarse de que la justificación médica que incapacita de forma temporal a estos trabajadores es real.

De esta forma, según la Asociación Profesional de Detectives Privados en España (APDPE) casi un 90% del sector dedica su actividad al ámbito laboral, dando un giro por completo a las funciones originales del oficio. “No existe un perfil concreto de defraudador, tanto hombres como mujeres de entre 35 y 55 años que pertenecen a todo tipo de empresas. Existen los que quieren aumentar el periodo de tiempo que estarán sin trabajar y aquellos que dan lugar a un doble engaño ya que trabajan en otro lugar durante el periodo de baja”, confirmó el portal empresarial.