El siglo XXI es el siglo de la sostenibilidad. De ahí que sean muchas las empresas las que están invirtiendo muchos recursos en convertirse en entes más eficientes energéticamente hablando. Pero, ¿cuáles son las novedades reales que se aportan desde el sector de la construcción?
Dentro del conjunto de medidas que poco a poco se están haciendo un hueco dentro del sector, hay dos conceptos que sobresalen por encima del resto que no son otros que construcciones passivehause y rehabilitación intership. Dos maneras complementarias de enfocar la construcción de un inmueble desde el prisma de lo sostenible.
¿Cuál es el objetivo de esta tendencia? El principal objetivo que tiene esta nueva filosofía es crear una atmósfera en el interior del inmueble que esté controlada al 100% desde el punto de vista de la temperatura. De esta manera, al poder controlar la temperatura se puede controlar el consumo haciendo que este se reduzca de una manera drástica.
Un objetivo que también es muy importante es el de conseguir medidas favorables para el medio ambiente. No en vano, la eficiencia energética, que es lo que se pretende conseguir con estas técnicas, está muy relacionada con la reducción de gases que son, en esencia, nocivos para el medio ambiente.
¿Cómo se llega a ellos? El pilar fundamental alrededor del cual gira toda esta filosofía es el de llevar a cabo un diseño único y personalizado. Para ello, además de todo el proceso del propio diseño, se tienen siempre en cuenta el uso de una estructura extremadamente ligera fabricada en acero o, también, madera micro-laminada.
A partir de esta base estructural, se incorporan otros materiales, todos ellos ecológicos, que tienen la capacidad de aislar el inmueble casi de manera total pudiendo lograr incluso una eficiencia de 90%. El último paso es, como no podía ser de otro modo, instalar electrodomésticos de tipo A+ o superior ya que van a ser estos los que contribuyan de manera definitiva al ahorro energético.