La Federación Nacional Empresarial de Alquiler de Vehículos con y sin conductor (bajo las siglas Feneval) ha hecho públicos los resultados del pasado curso con un ligero repunte de la cifra de negocio.
Así, el alquiler de furgonetas baratas en Madrid o el arrendamiento de automóviles en otras ciudades cerró el año con un total de 1.425 millones de euros, lo que supone un ligero aumento con respecto al periodo anterior. En 2015, la cifra total llegó hasta los 1.423 millones de euros. Por lo tanto, y pese al tenue incremento, se puede comprobar que el sector se mantiene estable.
Hay que remarcar que Feneval es una federación que aglutina a más de 400 compañías repartidas por toda España, alcanzando una cuota de mercado sobresaliente, superior al 70% del total, por lo que sus resultados son una muestra fidedigna de lo que ocurre en este segmento de la actividad.
Además, las empresas de alquiler de furgonetas baratas en Madrid, como por ejemplo Blanauto, o de arrendamiento de coches en cualquier otro punto de España son un pilar fundamental para las ventas de automóviles.
En este sentido, según ha hecho público Feneval, solo durante el pasado año 2016, las empresas asociadas a esta federación adquirieron 220.000 vehículos, lo que supone la nada desdeñable cantidad del 17% del total.
Se trata de datos positivos para el segmento de la automoción, una actividad con gran importancia en el PIB nacional y que había sufrido los rigores de la crisis económica durante los últimos años.
La explicación ofrecida desde Feneval acerca de estos resultados tan positivos sitúan al turismo como principal causante de la estabilidad en el volumen de negocio y del aumento en el número de matriculaciones de coches. Al ser España un país de veraneo y visita para muchos extranjeros, el alquiler de furgonetas económicas en Madrid y en otras ciudades españolas se ve beneficiado por la llegada creciente de turistas.
Así, según apuntan desde Feneval, las próximas metas para el 2017 que todavía acaba de comenzar tienen que ver con proporcionar mayores garantías a sus clientes y obtener por parte de las administraciones públicas una mejor regulación de los diferentes formatos de negocio que han entrado en el mercado, como puede ser el carsharing, una opción que posibilita que particulares puedan alquilar sus automóviles entre sí. Los objetivos del sector son ambiciosos pero desde la federación se muestran optimistas en su cumplimiento.