La importancia de acudir al dentista cada seis meses o, al menos, una vez al año
La odontología ha dado saltos enormes en cuanto a tecnología y tratamientos. Más allá de la imagen distorsionada que puede tener un infante sobre un dentista, podemos decir que hoy en día la mayoría de los procedimientos odontológicos no causan dolor alguno, por lo que la imagen temible que a algunas personas causa el ir al dentista (y que de hecho ha sido un tema en varias películas de terror) va desapareciendo. Ahora el verdadero reto no es el miedo, sino la importancia de concienciar a las personas sobre por qué deben acudir a una clínica dental al menos cada medio año.
El acudir a una clínica dental para una valoración por lo menos cada seis meses no se trata de algo recomendado para niños o gente mayor. Es importante que un profesional odontólogo evalúe la salud de los dientes, sin importar la edad que se tenga, pues ya se tengan 5 años o 65, no se hace menos grave el tener un padecimiento en dientes y encías.
El problema es que consideramos que la salud de los dientes es intrínseca, y muy pocas veces nos ponemos a pensar lo que una buena salud bucal representa para nuestra calidad de vida. Sonreír, masticar, articular palabras, y más son cosas importantes que cambiarían nuestra confianza, nuestro modo de alimentarnos y hasta nos harían hablar mal si no tuviésemos una dentadura y encías completamente sanas.
El ir a una clínica dental al menos cada seis meses no se trata de una formalidad, si bien los dientes parecen fuertes, una infección, caries y otras enfermedades bucales pueden llegar a afectar y cambiar rápidamente la forma en que vivimos, y es aquí cuando la importancia de tener una buena salud bucal empieza a tener sentido para las personas, pero lo mejor es que no sea una enfermedad lo que le haga darse cuenta de ello.
Por otra parte, todo lo correspondiente a nuestra boca es especial respecto a enfermedades en o lesiones en otras partes del cuerpo. Una rotura de brazo o pierna no se compara en nada con el intenso dolor que una pieza dental con caries puede causar, y solo estamos hablando de caries, si consideramos que hay padecimientos peores y más dolorosos, el acudir a una clínica dental entonces ya no resultan una idea tan mala o tediosa.
Lo anterior no es un intento de crear miedo, sin embargo, si denotar que una dentadura sana permite disfrutar plenamente de una gran cantidad de cosas de la vida. Detalles como una infección bucal pueden causar, de entrada, muy mal aliento, lo cual quita mucha confianza a quienes la padecen, y si combinamos esto con el dolor, además de que será más costoso el tratamiento una vez que una enfermedad bucal ha avanzado, entonces el pagar unos euros cada medio año para tener un chequeo en una clínica dental es un gasto que nos puede ahorrar bastante dolor, tanto bucal como emocional, como por ejemplo necesitar ortodoncia.
Otro punto de importancia que debemos tener en cuenta para decidir ir a una clínica dental es que los padecimientos dentales no solo nos pueden afectar a nosotros, estos muchas veces son trasmisibles.
Cabe destacar también que al acudir a una clínica dental Murcia, el odontólogo cuyo campo de acción sea solamente el curar dientes enfermos, sino también prevenir la aparición de enfermedades dentales en sus pacientes. Por ello, incluso si parece que un cliente pueda tener los dientes fuertes y sin apariencia alguna de enfermedad, el acudir con a una clínica dental es como llevar su dentadura al taller, donde los profesionales como los dentistas Murcia, se encargan de que la salud de la boca siga igual de bien, o bien previenen esos pequeños indicios de caries o enfermedades antes de que se conviertan en un verdadero problema. Por lo tanto, cada visita con el dentista puede considerarse como mantenimiento dental y no como un gasto innecesario cuando un dentista nos diga que la boca está completamente sana, pues el tener la certeza de que cuenta con una salud dental excelente, al igual que estar seguros que estamos sanos, generalmente, nunca es algo tan poco importante que no valga la pena una consulta.
