El gigante del vídeo es el nuevo elemento en la batalla por lo social de Google. El objetivo es que los creadores no dependan de sus blogs, páginas de Facebook o perfiles de Twitter para comunicarse con sus audiencias.
En su batalla con Snapchat, Facebook intentó crear aplicaciones similares que acabaron en el fracaso y el olvido, pero al final lo que parece haber solucionado es utilizar una aplicación relacionada establecida de forma masiva como Instagram y reorientar partes para competir. De momento, parece estar funcionando.
Google quiere hacer lo mismo. Tras años intentando como entrar en el terreno de lo social de forma efectiva lanzó numerosas aplicaciones, e incluso aún sigue intentándolo con nuevos servicios. Pero su nuevo plan podría funcionar.
YouTube, que en la nueva jerarquía de Alphabet sigue establecida como subsidiaria de Google, ha añadido un componente social tradicional para que sus creadores sean capaces de comunicarse con sus usuarios a través de actualizaciones con texto, enlaces e imágenes. Que no tengan que depender de una página de Facebook, un blog o un perfil de Twitter, para comunicarse con sus audiencias millonarias. ¿Qué mejor sitio que hacerlo desde la nueva plataforma?
Las actualizaciones estarán disponibles como una pestaña nueva dentro de los perfiles y canales, pero más importante: estarán en la página de inicio de los usuarios compartiendo ubicación con los vídeos. Están muy seguros de esta idea, y apuestan al máximo por ella.
La idea es genial, y visto en retrospectiva parece extraño que YouTube haya tardado tanto en hacerla disponible. La interfaz está aún poco pulida, y tiene unas funcionalidades muy básicas tanto en la web como en las apps oficiales. Veremos cómo los creadores empiezan a aprovecharlas, y si vemos un auge —y mejora de calidad— en los intercambios de opiniones y experiencias en YouTube.
El contenido de este post fue publicado primero en la web Hypertextual
