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Su carácter social, la variedad de estilos que ofrece y su comunión deportiva-cultural, las principales claves para WOSAP de la popularidad de la danza

Desde los griegos en la Antigüedad hasta la Generación Alpha en la actualidad: la danza ha sido parte del desarrollo de la civilización. Concebida como un rito social, expresión folklórica, arte, ceremonia religiosa, deporte… Sus orígenes se remontan a la antigua Grecia, época en la que datan las primeras manifestaciones de baile grupal, vinculadas al nacimiento del teatro.

Sin embargo, este sábado 29 de abril se celebra el Día Internacional de la Danza en un contexto totalmente distinto. Desde la bailarina de ballet Anna Pávlova a artistas mundiales que destacan por su coreografía como Michael Jackson o Shakira. La revolución de la industria de la danza ha democratizado una costumbre social que hasta acapara las redes sociales.

Desde WOSAP, la escuela de danza que ha impulsado el primer título universitario de danza urbana y moderna, explican que, a raíz del nacimiento del Hip Hop en Estados Unidos durante los años 70, surgieron nuevos estilos artísticos como el jazz, breakdance o los ritmos afros, cuyos movimientos intensos y expresivos se han ido popularizando entre las generaciones jóvenes.

Por ello, ¿cómo ha sido el éxito de la popularidad de la danza? Los expertos de WOSAP destacan las siguientes causas:

Variedad: hay tanta diversidad de bailes, que los bailarines pueden practicar el que mejor se adapte a su estilo: reggaetón, Hip Hop, Kpop, Urban Dance, Groove, Funky… Un clásico muy moderno: Ballet, 90’s Hip Hop, Contemporánea… La elección del tipo de baile no solo va de la mano de las condiciones físicas, sino también de la personalidad de cada uno. ¿Por qué qué elegir entre arte y deporte? Una de las grandes ventajas de la danza es que reúne una actividad física y cultural, que permite hacer deporte y arte al mismo tiempo. Cuantos más, mejor:  el aspecto social es una clave fundamental en la popularidad de la danza. Bailar con más gente estimula a seguir haciéndolo y puede ayudar a mejorar las relaciones sociales, restando timidez y aumentando la seguridad y la extroversión. Cuando se quiera: no hay un momento fijado para practicar la danza, sino que cada uno la realiza en un espacio y contexto distinto: en la discoteca, con amigas, en el colegio… Lo importante es disfrutarla.

 

Alberto López, bailarín, coreógrafo y co-director de WOSAP, asegura que "la danza es una actividad social inherente en el ser humano. Es una forma de externalizar los sentimientos que llevamos dentro. La gente busca en el baile expresarse con total fluidez y dejarse llevar por la música. En los últimos años estamos viviendo un boom a raíz de la profesionalización del sector".