La Ley de Cambio Climático obliga a los municipios de 50.000 habitantes a crear zonas de bajas emisiones antes de 2023. Desde iRCONGAS apuntan a que la conversión de un vehículo a GLP facilita la obtención de la etiqueta ECO que permite circular por ciudad sin restricciones
A final de 2021 solo tres grandes ciudades españolas habían delimitado una zona de bajas emisiones: Madrid, Barcelona y Zaragoza. Sin embargo, con la llegada del 2022 muchos Ayuntamientos están ultimando sus planes para crear zonas de bajas emisiones.
Lo hacen para cumplir con la reciente Ley de Cambio Climático, que establece que los municipios de más de 50.000 habitantes y los territorios insulares adoptarán antes de 2023 planes de movilidad urbana sostenible que introduzcan medidas de mitigación que permitan reducir las emisiones derivadas de la movilidad.
Etiqueta ECO: la llave para circular por zonas de bajas emisiones La implantación de zonas de bajas emisiones en su ciudad supone para los conductores la prohibición de circular con ellas salvo que cumplan con ciertos requisitos medioambientales. El cumplimiento o no de dichos requisitos se refleja en el sistema de etiquetado de la DGT, que clasifica a los coches en cinco categorías según sus emisiones: sin etiqueta, etiqueta A, etiqueta B, etiqueta C, etiqueta C, etiqueta ECO y etiqueta Cero; siendo estas dos últimas etiquetas (ECO y Cero) las que por el momento permiten circular prácticamente sin restricciones.
En este sentido, iRCONGAS, empresa líder en conversión de vehículos a Autogas GLP, destaca que la conversión de un coche de gasolina a GLP emite menos CO2 y menos óxido de nitrógeno. De ese modo, muchos conductores han visto la conversión a GLP como un medio para conseguir la etiqueta ECO.
Sin embargo, como recuerdan desde iRCONGAS no todos los vehículos pueden transformarse a GLP y la conversión a GLP por sí sola no garantiza la obtención de la etiqueta ECO. Podrán conseguir esta etiqueta sin problemas los vehículos propulsados por combustible gasolina matriculados a partir del año 2006 que incorporen normativa de nivel de emisiones EURO 4, 5 o 6.
Otras ventajas del GLP La reducción de emisiones contaminantes y, por tanto, un menor impacto ambiental no es la única ventaja que ofrece el GLP. El uso de este tipo de combustible (mezcla de butano y propano) acarrea una serie de beneficios, entre los que destacan los siguientes:
Ahorro: el precio por litro del GLP es más económico que el de la gasolina o el diésel. En concreto se estima un ahorro de hasta el 45% respecto a la gasolina y un 25% respecto al diésel.
Bonificaciones económicas: Al ahorro en combustible hay que añadir las bonificaciones que consiguen este tipo de vehículos. Por ejemplo, muchos Ayuntamientos bonifican el impuesto de circulación, con reducciones que llegan al 75%. Los vehículos GLP también obtienen descuentos el zonas verdes y azul de aparcamientos (Madrid al 50%) y descuentos en peajes
Mejor cuidado del motor: Los motores que usan GLP tienen una vida útil más larga que los de Diesel o gasolina.
Aumento de autonomía: los coches GLP cuentan con un doble depósito de gasolina y GLP. Esto incrementa la autonomía del vehículo en más de 1000 km con un solo repostaje.
Todos estos motivos hacen que el GLP sea una opción cada vez más atractiva para los conductores.