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La piscina es, en España, la protagonista del verano para la mayoría de las personas. Hoy en día, problemática del coronavirus requiere que las piscinas se desinfecten a la perfección, pero hay una gran cantidad de métodos para mantener la piscina limpia y desinfectada. La cloración salina es un método totalmente fiable, eficiente y multifuncional

En España hay una piscina por cada 39 personas y esto significa alrededor de unas 1.200.000 piscinas tanto públicas como privadas. La desinfección continua del agua de la piscina se hace imprescindible en un momento tan importante, en el que la pandemia ha limitado a las personas, tomando todas las medidas necesarias para evitar el contagio. Virus, bacterias, parásitos y algas son algunas de las razones por las cuales la desinfección y la limpieza son necesarias durante la época del verano. La cloración salina es uno de los métodos más sencillos a la hora de mantener la piscina, ya que cuenta con células cloradoras autolimpiables.

Piscinas Lara, una empresa con una gran trayectoria en suministro de productos de limpieza y desinfección para la piscina, explica el funcionamiento de este método de desinfección. “La cloración salina cuenta con una polaridad que cambia cada cierto tiempo para que la suciedad de los electrodos se desprenda. Así es como se produce el efecto de la electrólisis. Sin embargo, cuando la cal se acumula sobre los electrodos se crean una capa que cubre las placas metálicas y el cloro deja de producirse” explica Piscinas Lara. Esto ocurre en viviendas cuyo suministro de agua para la piscina proviene de pozos comunes o fuentes similares.

Por lo tanto, la cloración salina es un método altamente fiable y que limpia la piscina transformando la sal en cloro. Esto supone un uso menor de los productos de desinfección para la piscina, cosa que puede ayudar a las personas a ahorrar. “Es altamente recomendable que a la hora de utilizar la cloración salina como método de desinfección comprobemos de vez en cuando la salinidad y la acidez del agua. De esta forma el agua será apta para bañarnos” afirma Piscinas Lara. Una forma de comprobar la acidez del agua es midiendo el pH del agua.

El pH del agua se mide mediante unas tiras que hay que meter en el agua. Si la tira marca entre un 7 y un 7,5, el pH o la acidez del agua será la correcta. Esto es muy importante, ya que, si el pH es muy alto, el agua no se desinfectará correctamente. “Lo que podemos hacer para controlar la acidez del agua es utilizar un regulador de pH automático, ya que este aparato mide constantemente la acidez del agua y si esta está muy baja, inyecta ácido”, concluye Piscinas Lara.