Este confinamiento no ha dejado indiferente a nadie, ya que la población mundial ha sufrido cambios en su rutina, truncando los planes de futuro de muchas familias. Sin embargo, ahora el país se ve inmerso en una nueva fase del confinamiento, la desescalada progresiva, con la cual se están proponiendo relajar algunas medidas sociales y permitir cierta concentración de personas, tal como apunta el BOE, respetando siempre las medidas de seguridad mínimas que ya se habían incorporado a la nueva normalidad.
Dentro de esta fase, se incluyen los servicios religiosos como bodas y la asistencia a templos de culto. De la misma manera que hasta ahora, estas reuniones de personas serán controladas muy de cerca, vigilando que las medidas de seguridad interpersonales sean adecuadas para evitar un repunte de contagio de la población y teniendo en cuenta que, en el momento que la falta de responsabilidad ciudadana esté sobrepasando los límites, estas medidas volverán a cambiar.
Por otro lado, son muchas las parejas que han tenido que cancelar o posponer sus enlaces matrimoniales, y que ahora tendrán que tomar la decisión de cómo afrontar este giro inesperado en sus vidas.
Muchos dan por hecho que las bodas no podrán seguir el curso que hubieran seguido de no haber existido esta crisis sanitaria, empezando por la reducción del número de invitados, ya que las aglomeraciones de personas no podrán repetirse hasta que se observe la evolución de la pandemia.
Estampa, empresa referente en el sector de imprenta rápida en Sevilla y especializada en invitaciones personalizadas boda en Sevilla, confirma que se han reducido el número de invitaciones debido a las restricciones de aforo que se prevén.
