El recibidor suele ser una zona de la casa complicada, ya que normalmente es pequeño y tiene poca luz natural. Además, no nos ofrece demasiadas posibilidades decorativas. Por eso, debemos escoger el color o los colores de las paredes con detenimiento. Y es que, como bien sabes, los colores no solo tienen mucha influencia en nuestro estado de ánimo, sino que afectan considerablemente a la percepción del espacio.
Aunque es importante que escojas el color de las paredes del recibidor dependiendo de los muebles escogidos y, por supuesto, de tus gustos personales, debes saber que hay algunos tonos que son más recomendables que otros.
Blanco
Como no podía ser de otra manera, debemos comenzar hablando del blanco, el color más escogido no solo para pintar las paredes del recibidor, sino las del resto de la vivienda. Sin duda, es uno de los colores más adecuados para esta zona, ya que amplía los espacios visualmente y potencia la luminosidad. Además, es importante que tengas en cuenta que se trata de un color versátil, que combina con cualquier estilo decorativo y con muebles, complementos y objetos decorativos de cualquier tonalidad.
Beige
Uno de los principales inconvenientes del blanco es que puede resultar algo frío. Por eso, si quieres que tu recibidor transmita calidez, puedes optar por el beige, que también te ayudará a convertir este espacio en un lugar mucho más acogedor. Además, el beige también permite que las estancias se vean más grandes de lo que en realidad son y ayuda a dar más luminosidad al ambiente. Combina a la perfección con muebles de madera y es ideal para recibidores de estilo rústico, aunque también podrás emplearlo en estancias decoradas con otros estilos.
Gris
Por supuesto, también debemos hablar del gris, un color que ha tenido mucho protagonismo en 2016 y que seguirá teniéndolo durante el próximo año. Versátil y atemporal, es ideal para darle a esta zona del hogar un toque de elegancia. Eso sí, es preferible optar por las tonalidades más claras del gris, especialmente si el recibidor es pequeño y no recibe demasiada luz natural. Por otro lado, queremos comentar que este color combina a la perfección con el blanco y el negro, además de con la madera.
Tonos pasteles
Como has podido ver, los tonos neutros son los más recomendables para pintar las paredes del recibidor. Eso sí, si estos colores te parecen demasiado aburridos, también puedes optar por las tonalidades pastel, que te permitirán darle a esta zona de tu hogar un toque de romanticismo y dulzura. Además, es importante que tengas en cuenta que estos colores están muy de moda en estos momentos. Podrás optar por el rosa, el azul, el amarillo, el verde… Eso sí, debes saber que se trata de tonos mucho menos versátiles y atemporales que los anteriores.
Dependiendo de la estancia contigua
Por supuesto, también puedes optar por pintar las paredes del recibidor del mismo color que el de las paredes de las estancias contiguas. De hecho, esto es lo más recomendable para entradas que están completamente unidas a estas estancias, es decir, que no cuentan con puertas ni paredes. De esta manera, lograrás una continuidad espacial muy favorecedora.
Pared de acento
Por último, queremos proponerte que decores tu recibidor con una pared de acento, es decir, pintando una única pared de un color llamativo u oscuro. Eso sí, si te decantas por esta alternativa, procura pintar el resto de paredes de un tono neutro. Una apuesta segura es combinar la pared de acento con paredes en blanco.
El contenido de este comunicado fue publicado originalmente en la página web de Decorablog
