El cuarto de baño es una de las habitaciones más difíciles de decorar y amueblar. Aunque lo que más debe preocuparnos es la funcionalidad, esto no quiere decir que debamos descuidar la estética. Algunos consejos que ayudan a lograr un buen baño son los siguientes:
Separa el inodoro de la zona de cuidado personal
Descuidar la decoración de este espacio de la casa puede ser un gran error. El baño es una habitación destinada a la higiene y al cuidado personal. Aquí también nos relajamos después de un largo día, por lo que, además de práctica, debe resultar estimulante. Es decir, tiene que estar bien decorada.
Los expertos en decoración nos recuerdan la importancia de separar los diferentes ambientes que existen dentro del cuarto de baño, es decir, debemos aislar el inodoro del resto del espacio, tanto el lavabo como la ducha o bañera. Un solución interesante consiste en integrar la zona de aseo personal dentro del dormitorio.
Pero si no te resulta posible, lo mejor es optar por alguna discreta mampara de cristal o alguna cortina. Otra opción puede ser ubicar el inodoro en alguna zona alejada del cuarto de baño, delimitando con algún pequeño escalón. Si no se quiere complicarte demasiado, una gran idea puede ser separar el inodoro del resto del espacio con alguna estantería. Así delimitas y mantienes en orden este espacio.
Materiales cálidos y acogedores como la madera
Los materiales son muy importantes en un cuarto de baño relajante. Las últimas tendencias en interiorismo apuestan por un estilo de vida saludable y en contacto con la naturaleza. Por ello, la madera se posiciona como el material más recomendable para lograr una casa ecológica, sostenible y sana.
La madera y las fibras naturales, como el algodón, el lino, el ratán y el mimbre, nos ayudan a crear un ambiente relajante y sereno. Además, viste con calidez y elegancia un cuarto de baño que transmite bienestar. Mientras que los brillos del mármol aportan luz al ambiente, ganando amplitud y sofisticación.
Una iluminación general y otra precisa
Otro elemento imprescindible en el cuarto de baño es la iluminación. En este espacio necesitamos varios tipos de luz: una general para visitas puntuales y otra precisa e intensa (preferiblemente blanca) en los lugares clave, como la zona de tocador o el lavamanos.
En el caso de la luz general, nuestro consejo es que sea una luz tenue y acogedora, para que no resulte molesta. Por ejemplo, cuando nos levantamos en mitad de la noche o a primera hora de la mañana, una luz blanca e intensa puede resultar muy molesta.
El radiador cerca de la bañera
Es un detalle del que no solemos preocuparnos, hasta que llega la temporada de otoño-invierno y los termómetros empiezan a descender. Por ello, no se debe olvidar colocar un radiador o fuente de calor que ayude a crear un ambiente más acogedor y placentero para esos momentos previos al baño o la ducha en pleno invierno. Lo ideal es que el radiador esté situado cerca de la bañera o debajo de una ventana.
Por último, el broche final para una auténtica experiencia spa sin tener que salir de casa: la grifería. Si se tiene bañera, se puede permitir un baño con espuma y burbujas. Pero si no se tiene espacio, un plato de ducha y una alcachofa con efecto masaje puede ser una gran opción.
En el mercado actual existen una gran variedad de alcachofas de ducha que simulan todo tipo de efectos, que están diseñadas para hacer del momento del baño una experiencia más agradable.
El contenido de este comunicado fue publicado originalmente en la página web de Decorablog