Todo hogar moderno tiene su PC. Lo ideal sería que cada miembro de la familia tenga su propio equipo, pero lo que viene siendo habitual es que se comparta entre todos. Es más económico, y las computadoras actuales lo permiten sin demasiados quebraderos de cabeza. Es más, con las cuentas de usuario, cada uno tiene sus archivos y configuración personal a salvo de los demás. Pero, ¿qué ocurre con los jóvenes de la casa?
Los expertos recomiendan que los padres acompañen a sus hijos cuando utilizan computadoras u otros dispositivos como tablets, en especial a edades tempranas. Y cuando son un poco más mayores, no conviene bajar la guardia, si bien hay que darles un poco de espacio. En ambos casos, no siempre podemos estar presentes, por lo que viene bien contar con herramientas como el control parental.
El Control Parental es una función disponible en prácticamente todos los sistemas operativos que consiste en limitar qué cosas puede hacer determinado usuario. Windows 10 cuenta con su propia herramienta de control parental, que ha mejorado con los años y que permite personalizar muchos aspectos para que puedas dejar a tu hijo delante del ordenador sin preocuparte de qué estará viendo o cuánto tiempo ha estado usándolo.
Activando el Control Parental
Para empezar a usar el Control Parental de Windows 10 tendremos que activarlo. Para ello, tienes que ir a Configuración > Cuentas > Familia y otros usuarios y en Tu familia hacer clic en Agregar familiar. Luego marcas la opción Agregar un menor y, si tiene correo electrónico, lo escribes, aunque es opcional. A continuación, haz clic en Administrar la configuración de la familia en línea para configurar el control parental.
Si no has visto las opciones anteriores, probablemente sea porque no has iniciado sesión con tu cuenta Microsoft. Si no tienes, puedes hacerla al momento. Al estar asociado a esa cuenta, podrás configurarla estés donde estés (en casa, en el trabajo…), simplemente desde la web de Microsoft con tu cuenta de usuario. Además, cada cuenta tutelada se configura por separado, de manera que podrás configurarlas en función de sus distintas edades y necesidades.
Personalizando el Control Parental
De los apartados de configuración que ofrece el Control Parental de Windows 10 nos vamos a centrar en los más importantes:
Actividad reciente: Para los más detallistas, el control parental ofrece un resumen a modo de informe de la actividad realizada. Son opcionales y muestran lo más destacado en relación a las páginas visitadas, contenidos consumidos, aplicaciones utilizadas o tiempo de uso del equipo.
Exploración web: El programa que más utilizamos hoy en día es el navegador web. De ahí que esta sección sea importante. Sirve para limitar a qué páginas puede acceder tu hijo, indicando qué páginas están permitidas o qué páginas están prohibidas. Además, bloquea contenidos para adultos y hace lo mismo con las búsquedas, es decir, si busca algo que no debe, no mostrará resultados o estos serán seguros.
Aplicaciones, juegos y multimedia: El segundo pilar del control parental es el dedicado a gestionar el acceso a los programas y juegos instalados en Windows. Para ello hace uso de la clasificación por edades de la Tienda de Windows. Lo mismo ocurre con la música y los vídeos. Claro está, su limitación es que no incluye la música y películas que tengas de otras fuentes.
Tiempo en pantalla: Junto con Exploración web, es el apartado más útil, pues permite configurar al detalle cuánto tiempo podrá dedicar tu hijo al PC. Puedes configurar un límite de tiempo o especificar las franjas horarias de lunes a domingo.
Conclusiones
Para terminar, quisiera recordar que el Control Parental de Windows 10 es una herramienta que, con un buen uso, nos será muy útil. En cualquier caso, conviene tener en cuenta dos cosas antes de su configuración: sentido común y comunicación.
Limitar todas las opciones puede ser frustrante y dejar todo desactivado entraña sus riesgos. Un término medio, adaptado a la edad del menor, es la clave, acompañado de la pedagogía de transmitirle por qué activamos el Control Parental y la responsabilidad que conlleva usar un PC y qué riesgos entabla una mala utilización.
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