El maquillaje nos ayuda a disimular aquel rasgo que no nos termina de convencer y también a realzar las zonas del rostro que más nos gustan. Unos pómulos marcados pueden conseguir que un rostro luzca más atractivo y con más personalidad pero, si no los tienes definidos de manera natural, puedes hacer uso de estos trucos de maquillaje para resaltarlos. ¿Cómo? A continuación te lo explicamos todo.
El colorete
El colorete es la manera más sencilla y rápida para hacerlo. Si quieres un acabado natural y fresco, sonríe. Vale, esto hazlo durante todo el día, pero ahora, para aplicar el rubor, te servirá para ubicar el centro de tus mejillas, donde vas a aplicar el color. Si no te has puesto base puede quedar un poco artificial.
Polvos bronceadores
Con los polvos bronceadores también conseguirás resaltar tus pómulos. Aplica uno en tono mate debajo de ellos para crear una sombra que aporte profundidad y parezca que están mucho más marcados. Esto también lo puedes hacer con una base más oscura de la tuya habitual. Un poco de contouring, para que nos entendamos. Sobre todo, difumina bien para que no se aprecien cortes artificiales.
Ejercita tus pómulos
Si quieres realzar tus pómulos de manera natural, para darles un último toque con el maquillaje, puedes hacer un sencillo ejercicio: aprieta la boca hacia dentro, como poniendo "cara de pez", durante diez segundos, y relaja. Haz varias tandas. También puedes apretar los labios como si fueses a dar un beso, también en tandas de 10 segundos, y relajar.
Los colores
El tono del colorete también influye en su resultado. Por ejemplo, si tienes la piel clara y algo rosada, te favorecerá el rubor burdeos, rojo o en tonos anaranjados; a las pieles oscuras les quedan genial los rosados o cafés, y los tonos beige, melocotón o caramelo son los más apropiados para pieles más amarillentas.
El contenido de este comunicado fue publicado primero en el portal Maquilladas