Esta es la primera exposición que se organiza en España dedicada a Anne-Marie Schneider (1962, Chauny, Francia), una artista que a lo largo de su trayectoria ha cultivado la pintura, el dibujo y el cine, aunque el dibujo es la herramienta motor de toda su producción. Schneider se sirve de la línea como enunciado elemental de un imaginario en el que la actividad autobiográfica está muy presente. El trazo sencillo remite a la escritura gestual para dar forma a un enigmático universo de personajes cuyos cuerpos a menudo se desarman y rearman en fragmentos. Se apropia de cuentos, imágenes y símbolos preexistentes como herramientas de su repertorio. La fascinación por las situaciones comunes y sin filtros es patente tanto en sus composiciones más líricas y delicadas como en los esbozos fruto del gesto automático. El recurso al humor negro, lo absurdo y turbador son algunas de sus constantes.
La improvisación convive con el gesto preciso y calculado, trazando relaciones espaciales y de movimiento que beben de la realidad, el sueño y la memoria visual, sin por ello remitir a elementos identificables. Para Schneider, violinista de formación, la improvisación implica un método, un saber que requiere de aprendizaje técnico. El programa puede desbordarse pero deriva de un principio constructivo.
El recorrido cronológico planteado en la exposición permite ver su evolución desde la sobriedad lineal, anti-pictórica, de sus primeros dibujos a la introducción de la mancha de color a finales de los 90. Si en las primeras incursiones en el color éste sirve de relleno a la línea, pronto evidencia las diferencias formales que le permite la técnica diferenciando trazo y mancha para dar paso a la policromía grotesca y luego al plano monocromo. En 1996 su universo íntimo se desborda en la serie dedicada al desalojo de los "sin papeles" de Saint-Bernard. Con la introducción del color aparecerán nuevos repertorios temáticos, como la fábula en La bella y la bestia (2009), para regresar en sus gouaches más recientes al cuerpo y el espacio.
En la muestra se incluirá también las cuatro películas que ha realizado hasta el momento. Schneider entiende el cine sobre todo como una herramienta de reproducción del mundo y el montaje como el medio para imitar los movimientos de los seres y cosas que forman parte de la realidad. Lleva al cine los efectos del dibujo, las diversas técnicas gráficas son trasladadas al uso de la cámara cinematográfica, entendiendo la pantalla como un soporte similar a la hoja en blanco.
El trabajo de Anne-Marie Schneider ha sido presentado en la Documenta X de Kassel (1997) y está presente en las colecciones francesas del Musée d'Art moderne de la Ville de París, Centre Pompidou-Musée national d'Art moderne, Fonds national d'art contemporain, FRAC Hautdie, FRAC Picardie, FRAC Provence-Alpes-Côte d'Azur, en el Musée des Arts Contemporains – Site du Grand-Hornu de Bélgica, Museum Overholland en Ámsterdam, Museum Het Domein en Sittard (Holanda) y Yale University Art Gallery. En el año 2010 la artista fue nominada al Prix Marcel Duchamp.
Con motivo de esta primera exposición de la artista en España, el Museo Reina Sofía coeditará con Éditions L'Arachnéen un libro eminentemente gráfico que incluirá un texto de Jean-François Chevrier.
Fechas: 15 de noviembre de 2016 –20 de marzo de 2017
Lugar: Museo Reina Sofía. Edificio Sabatini, 3ª Planta
Organización: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Comisario: Manuel Borja-Villel
Coordinación: Leticia Sastre
El contenido de este comunicado fue publicado primero en la web del Museo Reina Sofía