img

El equipo de basquet femenino madrileño está llevando a cabo una reconstrucción, hasta la fecha, muy productiva gracias al empeño del conjunto de volver a la Liga Femenina

Hace casi dos años que el equipo logró un hecho histórico para el club, el 26 de Abril de 2014 y en su propio pabellón, El Cerro del Telégrafo, lleno hasta la bandera, el Rivas Ecópolis se proclamaba campeón de la Liga Femenina. Un título que se le había escapado la temporada 2013 pese a haber sido el claro dominador de la competición.

Después de una campaña que se tomó de transición, la pasada, en Liga Femenina, los problemas económicos obligaron al club madrileño a renunciar a la máxima categoría e inscribirse así en la Liga Femenina 2. La Liga Femenina 2 es altamente competitiva, con 24 equipos peleando por dos plazas de ascenso, en la que cada encuentro se convierte en una batalla por lograr el objetivo del ascenso.

A principios de año el entrenador del equipo comentaba “Al principio de temporada, la historia del club nos pesaba, no tanto por nosotras, sino por la motivación de todos nuestros rivales al medirse al Rivas”.

El verano de 2015 trajo muchísimos cambios en el club. El primero de ellos afectó al nombre del equipo que, tras un acuerdo de colaboración alcanzado con la Fundación Promete, pasó a llamarse desde ese momento Rivas Promete.

El segundo de los cambios llegaba con la incorporación al banquillo del entrenador Nicolás Fernández. Nicolás sustituyó al entrenador hasta ese momento José Ignacio Hernández, que la anterior temporada había compaginado la dirección del primer equipo con el junior.

El último de los cambios era el de la reconstrucción completa de la plantilla. Las palabras de Nicolás sobre este cambio eran claras: “Era un equipo completamente nuevo y el objetivo inicial era convertirnos precisamente en eso, en un equipo. Y si de algo estoy orgulloso es de la capacidad de respuesta de las jugadoras a todas las exigencias”.

La única “superviviente” de la plantilla que compitió en La Liga Femenina es Marta Blanes. Con ello se puede comprender el arduo trabajo de confección de un nuevo grupo, con dos claras premisas: jugadoras experimentadas en la categoría y los mejores talentos de una cantera que crece cada temporada.

Dentro del primer grupo, llegaron al equipo un núcleo de jugadoras nacionales que conocían perfectamente tanto Liga Femenina como Liga Femenina 2. Gema García fue la encargada de tomar las riendas del equipo comandando el grupo, con María Villar y Regina Gómez en el juego exterior junto a la “superviviente” Marta Blanes.

Y, en el juego interior, un trío de lo mejorcito de la categoría: Verónica Matoso, Claudia Calvelo y Dovile Miliauskaite, la única jugadora foránea de la plantilla, aunque sus cinco años en España ya la hacen sentirse una española más.

A la experiencia de estas siete jugadoras se sumó Laura Izquierdo, la única integrante de la plantilla madrileña que podría quedarse en la mitad de los ‘dos bloques’ en los que se divide el grupo de Nicolás Fernández.

El Rivas Promete apuesta de forma muy importante desde hace años en su cantera, con una clara presencia de jugadoras de la cantera en el primer equipo. Este año esa dinámica no iba a cambiar y así hemos podido ver tanto a Alicia Jiménez y Paula García entrando en la rotación de la plantilla y eso que es su primer año junior. Pero la aportación de la cantera no queda en ellas dos: hasta media docena de prometedoras jugadoras de la cantera han disfrutado de algunos minutos a lo largo de la temporada.

El Fortín del Cerro del Telégrafo y la gran Fortaleza defensiva El proyecto no comenzó de la forma esperada y se cosechó una derrota con el club catalán de Sant Adriá, uno de los equipos “fuertes” de la categoría y con el que se volverán a ver las caras, salvo sorpresa, en la Fase por el Ascenso.

Desde ese partido, las jugadoras con algo más de tiempo juntas, comenzaron a cumplir con los pronósticos que las situaban como uno de los equipos más punteros y que más posibilidades tenían de estar en la Fase por el Ascenso.

Rivas Promete hizo de su pabellón un fortín donde solamente el líder, y tras 21 jornadas disputadas, en la jornada 22 pudo vencer en el Cerro del Telégrafo. La fiabilidad cosechada en casa junto a una actividad defensiva espectacular, (la mejor, claramente, del grupo B y la segunda mejor en el conjunto total de la Liga Femenina 2015/2016) han dado como resultado la clasificación para un Fase de Ascenso en la que Rivas Promete buscará volver a la categoría que tantos éxitos le dio y que no debió abandonar.