Uno de los inventos que recibió un premio honorífico en el pasado Consumer Electronics Show de Las Vegas fue el SMARTwheel, una funda que convierte cualquier volante en «inteligente» gracias a diversas tecnologías para evitar distracciones durante la conducción.
Y es que distraerse es una de las situaciones que pueden poner en riesgo a un vehículo y sus ocupantes; estas distracciones pueden deberse a que suene el móvil o se lean mensajes, a atender a los niños que van en los asientos de atrás o a usar el retrovisor para maquillarse. Según algunos estudios las distracciones hacen que algunos grupos de conductores –especialmente los más jóvenes e inexpertos– pasen un alto porcentaje de los trayectos «distraídos» en vez de prestando atención. Y a día de hoy uno de cada cuatros accidente tiene un dispositivo móvil implicado en lo sucedido.
El SMARTwheel analiza el comportamiento del conductor mediante unos sensores; instalarlo es tan fácil como ajustar la funda alrededor del propio volante – sin cables ni nada más. Una luz en la parte superior central dará diversas indicaciones si algo raro sucede, mediante luces y sonido.
El volante equipado con la funda incorpora unos sensores para detectar si las manos están sujetándolo, así como para confirmar si están en la posición correcta. Además de esto puede conectarse mediante Bluetooth con el vehículo, los teléfonos inteligentes y otros dispositivos de abordo.
La conectividad del SMARTwheel se utiliza para descargar los datos en el móvil y analizarlos en cualquier momento. De este modo unos padres que le prestan el coche a un joven conductor pueden comprobar qué porcentaje del tiempo lo ha utilizado correctamente o cuándo estaba «distraído». Los datos se ofrecen como gráficos fáciles de entender y con una valoración general sobre seguridad.
La idea en cualquier caso es que el volante inteligente se comporte como una herramienta de seguridad en tiempo real más que como un mero grabador de «qué sucedió la última vez que alguien condujo el coche». Su principal atractivo son los avisos luminosos verde/rojo y de sonidos mientras se está conduciendo. El resto es un buen añadido pero más una curiosidad que otra cosa.
De momento existen algunos prototipos de este volante, que según su joven inventor pronto pasará a la fase de diseño industrial, fabricación y distribución para quienes estén interesados en añadirlo como complemento en sus automóviles.
