La música influye en el ánimo y el ánimo influye en la conducción. De hecho se considera que hay música que es ‘adecuada’ para conducir igual que hay música que no resulta recomendable escuchar al volante —porque produzca un exceso de relajación, o por todo lo contrario.
Partiendo de esa idea la aplicación móvil Falling Down selecciona automáticamente la música que considera más adecuada en cada momento, mientras se conduce. Y lo hace teniendo en cuenta cómo influye la música en el ánimo de un conductor, pero también —y aquí viene lo bueno— teniendo en cuenta cuál es el estado de ánimo del conductor en todo momento.
Para ello la aplicación obtiene datos de dos fuentes: por un lado del vehículo, de cual considera si está en movimiento; también detecta a qué velocidad y con qué intensidad varía de velocidad — caso de aceleraciones o frenadas y giros más o menos bruscos. Por otro lado la aplicación obtiene datos del conductor a través de un dispositivo electrónico —un wearable— colocado en el pecho.
Este wearable mide la frecuencia cardíaca del conductor para detectar cuando el conductor está enfadado o acelerado —aumenta el ritmo cardíaco— o cuando está relajado en exceso —la frecuencia de los latidos disminuye respecto a un valor promedio en reposo; en caso de detectar una u otra situación la aplicación reproduce automáticamente canciones o música que puede ser de ayuda para el conductor: algo más cañero o enérgico para despertar al conductor o algo más relajante, música de buen rollo, en caso de que el conductor se encuentre alterado o esté efectuando una conducción agresvia.
La aplicación Falling Down de momento es un prototipo desarrollado por Erik Erwitt en la pasada edición del TechCrunch Disrupt’s Hackathon, un evento donde desarrolladores y programadores deben completar el prototipo funcional de algún producto.