El gasto per cápita en educación en España ha aumentado un 37% durante la crisis económica (entre 2007 y 2014), según el Barómetro de Consumo Barclaycard-IESE. Del estudio, que analiza cómo, con qué y en qué gastan los españoles y cómo han modificado sus hábitos de consumo durante la crisis, también se desprende que el consumo per cápita ha caído un 8,6% en ese período.
El gasto por comunidadesEl gasto medio per cápita del conjunto de España se sitúa en los 10.760€ en 2014. En Andalucía, Cataluña y la Comunidad de Madrid se realiza aproximadamente el 50% del gasto en consumo total en España.
Las comunidades con mayor gasto per cápita son País Vasco (13.313€), Navarra (12.599€) y Madrid (12.558€), mientras que las tres con menor gasto por persona son Canarias (8.906€), Extremadura (9.194€) y Andalucía (9.237€).
Las comunidades donde más se ha sentido la crisis en el consumo en este periodo han sido Baleares (-16,5%), Canarias (-15,2%) y Murcia (-15%) y en que las que menos, Extremadura (-0,4%), Aragón (-0,5%) y País Vasco (-1,1%).
Teniendo en cuenta las distintas categorías de gasto por persona, las que más se han reducido durante la crisis en el conjunto de España han sido joyería (-58%), mobiliario y equipamiento del hogar (-37%), ropa y calzado (-29%), restaurantes (-24%), vuelos y hoteles (-17%), estética y cuidados personales (-10%) y alimentos y bebidas (-3%). No obstante, en este periodo se ha incrementado el gasto por persona en educación (37%), agua, gas, electricidad y teléfono (21%) y sanidad (13%).
Alimentos y bebidas se llevan la mayor parte del presupuestoEl Barómetro de Consumo IESE-Barclaycard, con datos por comunidades autónomas a partir de la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE, también ha estudiado cómo gastan los españoles en función de la situación particular de cada hogar (edad del sustentador principal, nivel de ingresos netos o estructura familiar).
Así, para todas las franjas de edad, alimentos y bebidas es la partida del gasto que se lleva la mayor parte del presupuesto del hogar. Un 33% para hogares con un sustentador principal de 65 años o más; un 26% para hogares con edades intermedias y un 22% en hogares donde el sustentador principal tiene 30 años o menos.
En el caso del gasto en restaurantes, la situación es a la inversa: un 19% los menores de 30, frente a un 9,6% para los de 65 o más. El gasto en educación es mayor para hogares intermedios (3,1%), quienes típicamente tienen jóvenes a su cargo.
Ropa y calzado tiene una ponderación parecida en los dos grupos de edad inferior, alrededor del 10%, que baja a un 7,2% en hogares de 65 años o más. Los más jóvenes gastan más carburantes y vuelos y hoteles que las demás categorías, mientras que los mayores de 65 años gastan más en sanidad y en agua, gas, sanidad y teléfono.
La categorización por estructura del hogar no arroja diferencias sustanciales para el gasto en alimentos y bebidas ni para gasto en restaurantes. En cambio, se observan diferencias sustanciales en los hogares con hijos, que gastan más en educación (un 4%), en ropa y calzado (un 11%), pero también en carburantes (un 9,8%). En el caso de sanidad, los hogares con niños gastan el 6% de presupuesto, los hogares de un adulto 9,1% y los de dos adultos 9,4%.
A mayor renta, mayor gasto en restaurantesLa categorización por ingresos de hogar muestra que la fracción del presupuesto destinado a alimentos y bebidas es de 36%, 28% y 22%, respectivamente, para los hogares con menos de 1.000, entre 1.000 y 3.000 y más de 3.000 euros de ingresos netos mensuales. Asimismo, estos valores en el caso de restaurantes son de 9%, 14% y 17%, respectivamente. Por lo que podemos estimar que los hogares de mayores rentas sustituyen el consumo de alimentación en casa por el gasto en restaurantes.
En educación, las proporciones son menos de un 1% para rentas bajas, 2% para rentas intermedias y casi 5% para rentas altas. Este mismo orden se da en las categorías de vuelos y hoteles, con 2%, 4% y 6% y en ropa y calzado, con 7%, 9% y 10%, respectivamente.
El supermercado, donde más se emplea la tarjeta de créditoEl efectivo sigue siendo el medio de pago mayoritario en España. La mayor parte de los estudios realizados al respecto estiman que cerca del 84% de las transacciones en nuestro país se producen con billetes o monedas. Según el informe Cashless Journey Spotlight de MasterCard, el 16% de transacciones restante se divide entre pagos con tarjeta (7%), domiciliaciones y transferencias (un 8%) y cheques (1%). No obstante, las transacciones con tarjeta crecen más que las realizadas con cualquier otro medio de pago.
El número total de tarjetas en circulación (débito y crédito) asciende a 68 millones en 2014, un 3% menos que en el año anterior. No obstante, el número de tarjetas de crédito se ha mantenido estable y ronda los 43 millones, de los cuales se estima 15 millones son revolving. A pesar de que no existen datos oficiales sobre el número de tarjetas por persona en España, Barclaycard estima que el promedio por persona se situaría en 2,15.
El importe medio por operación con tarjeta se mantiene estable desde 2013 y se sitúa, según los datos del Banco de España, en unos 42 euros. Esta cantidad, cada vez más pequeña, refleja la paulatina adopción de la tecnología contactless.
Según los datos obtenidos del análisis de la cartera de Barclaycard, los españoles empleamos la tarjeta de crédito en primer lugar para pagar las compras del supermercado, seguido de las compras en grandes superficies, ropa, bricolaje y hogar y estaciones de servicio.