La aplicación Copiloto Mutua desarrollada para el reloj inteligente Samsung Gear S está concebida para funcionar como un asistente a la conducción. Aunque los sistemas que vigilan el nivel de alerta de los conductores no son una novedad en sí, lo interesante de esta aplicación es que aprovecha dispositivos ya existentes y asociados con el conductor, en lugar de ser dispositivos adicionales o integrados en un modelo concreto de coche.
La app para el reloj inteligente aprovecha los sensores de éste para determinar el nivel de alerta del conductor. En concreto obtiene datos del giroscopio, el acelerómetro y el monitor de la frecuencia cardíaca que se encuentran en el reloj.
Recientemente tuve ocasión de probarlo en un recorrido en circuito y básicamente la app Copiloto Mutua funciona detectando variaciones en el pulso o en el ritmo cardíaco partiendo de una medición base, inicial, que se realiza antes de empezar a conducir, en reposo.
A partir de ahí cualquier variación significativa —si el pulso se acelera o si desciende— el reloj emitirá una alarma, caso de que el nivel de alerta del conductor esté descendiendo por somnolencia o si sufre algún tipo de alteración. Eso, unido a las posibles mediciones de los otros dos sensores puede terminar, por ejemplo, si el conductor no tiene las manos en el volante. El algoritmo de detección temprana del sueño, desarrollado por investigadores de la Universidad Pontificia de Salamanca, considera diferentes variaciones en las mediciones de los sensores, por ejemplo si la mano está próxima a caer del volante de forma involuntaria.
La app además puede reconocer cuándo el usuario está conduciendo y a qué velocidad —utilizando el GPS del reloj— y cómo este dato se relaciona el ritmo cardiaco y con el tiempo, de modo que también puede emitir un aviso —en forma de vibración o de sonido— si se superan las dos horas consecutivas al volante, que es el tiempo máximo entre descansos recomendado por la DGT.