Que pregunten a Kris Meeke si es importante tener los amortiguadores al 100% de rendimiento o no. Los amortiguadores son de esos elementos del coche que suelen pasar desapercibidos. Todos tenemos “suspensiones”, y lo notamos cuando absorbemos algún bache o, como sucede cuando afrontamos un resalto: están ahí y nos ayudan a pasar más o menos con comodidad.
Al ser un elemento al que nos acostumbramos a base de “notarlos” a diario, detectar un envejecimiento de su parte mecánica puede ser muy complicado. Para ello debemos hacer inspecciones de cuando en cuando, y saber exactamente qué hemos de observar.
La misión de los amortiguadores es garantizar que los neumáticos estén el máximo tiempo posible pegados al asfalto, absorbiendo, pues, todas las irregularidades del terreno de forma que las cuatro ruedas estén siempre rodando con la máxima eficacia. Esto es muy importante en firmes bacheados e irregulares, en las curvas, y también a la hora de frenar: con todas las ruedas sobre el asfalto de manera estable, frenaremos mucho mejor.
La mejor prueba que podemos hacer como conductores es manual, y muy sencilla. Se trata de lo siguiente: con el coche detenido, de preferencia en una superficie horizontal, es decir, sin inclinaciones, pondremos las manos en el capó del coche y presionaremos con fuerza hacia abajo. Cuando lleguemos al punto máximo que podamos, soltamos y observamos la reacción del coche.
Si solo oscila una vez, es decir, si vuelve a su posición original sin un rebote adicional, los amortiguadores no están perjudicados. Si por el contrario se observan sucesivos rebotes cada vez de menos amplitud (hablamos, de todos modos, de amplitudes bastante pequeñas, hay que estar atentos), debemos pensar en revisarlos lo antes posible. Un rebote inusual significa que la función de amortiguación no está dando el resultado que se espera, que es el de absorber la irregularidad de forma casi instantánea.
La amortiguación en mal estado perjudica la adherencia, el comportamiento dinámico del coche en curvas (sobre todo, en las pronunciadas), y sobre todo si el firme está húmedo o rebaladizo, y en frenada. Por eso conviene cuidarlos. Te damos unos pocos consejos sencillos:
- No tomes los resaltos en pasos de peatones rápido: reduce lo suficiente la velocidad de ataque, incluso engranando primera, para no castigar los amortiguadores. Sobre todo porque hay resaltos que son muy agresivos.
- Sobrecargar el coche jamás es buena idea por muchas y buenas razones, pero además es perjudicial para este elemento mecánico.
- Cuidado con los baches, pero sobre todo con los socavones de mayor o menor profundidad.
- No golpees bordillos, ni subas por la parte “difícil”.
Para terminar, estos consejos en vídeo te aclararán cualquier duda que te haya podido quedar en este momento.