Antes de que los Peugeot fuesen bautizados con número, sus vehículos eran conocidos como “Type”. Y dentro de esta protoserie, el Quadrilette fue un modelo icónico. El frontal de los Quadrilette era eminentemente vertical, debido en especial a su rejilla. Coronando la calandra se encontraba el apellido ‘Peugeot’. Esta calandra estaba protegida por un cromado, abovedado en su parte superior, que suavizaba el conjunto. Y a los dos lados, como guardianes, los faros circulares. Esta combinación, junto a los neumáticos de la época y los pasos de rueda, estilizaban la impresión visual que transmitía el Quadrilette.
Pasó el tiempo y llegó el primer Peugeot ‘numerado’: el 201. En este modelo, la insignia incorporaba la referencia explícita a su nombre incluyéndolo debajo de ‘Peugeot’ –una solución que veremos en el futuro con el Peugeot 601, por ejemplo–.
Durante la década de los años 30 y 40, las líneas de estilo de los modelos Peugeot evolucionan progresivamente pero con rasgos comunes. Diferentes todos ellos, los frontales de vehículos como el Peugeot 301, 601, 401, 402 o 202 mantenían la filosofía de los años iniciales: verticalidad y estilización.
El primer gran punto de inflexión llega con el Peugeot 203. Aparece en 1948 para iniciar la época de los frontales horizontales. En este caso, la calandra ocupaba la práctica totalidad del ancho de vía y reposaba sobre un paragolpes cromado.
Con adaptaciones, lo siguientes modelos mantendrían esta tendencia hasta el siguiente gran salto, que vino de la mano del Peugeot 504. Fue presentado en 1968 y de su diseño se encargaron dos equipos completamente distintos: por un lado el mítico Pininfarina y, por el otro, Paul Bouvot.
Este 504 inicia la era contemporánea del diseño Peugeot continuada por el Peugeot 304, 104, 604, 305 o 505.
En el año 1983, Peugeot alumbra el mito. El 205 era más moderno y eso partía de este elemento. Los faros seguían siendo trapezoidales pero más sencillos, inspirados en las tendencias de diseño de la década de los 80. La calandra se mimetiza con el resto de la carrocería y forma parte de ella. Las escasas diferencias aparecían en función de la versión con, por ejemplo, los antiniebla proyectados hacia el exterior o la línea roja que recorre la defensa.
Unos años más tarde Peugeot encargó, una vez más, al carrocero Pininfarina el diseño de un nuevo modelo: una versión coupe del 406. Con esta silueta se pretendía estilizar las formas de esta berlina a la vez que mantenían sus tres volúmenes. En 1997 veía la luz el 406 coupe y el diseño de su frontal iniciaba una nueva tendencia. La delantera era más felina, más alargada, más horizontal.
En el año 2004, Peugeot cogía el testigo del 406 y daba paso al 407. La llegada a segmentos hasta entonces inéditos y la creación de novedosos conceptos han inspirado también diseños nunca vistos y, por consiguiente, frontales. Por ejemplo, el 3008, el crossover de la Marca, en su primera versión ya combinaba esa imagen felina con su espíritu campero. El resultado es una calandra más imponente y voluminosa junto a unos grupos ópticos continuados en la carrocería.
En 2010, Peugeot sopló 200 velas. Y el 8 de enero de ese año presentó el concept que inauguraría los principios básicos del diseño actual de la Marca. El frontal del SR1 se ha acabado implantando en la gama actual. El rasgo más característico es el emblema del león escarbado en el capó y que parece esculpido sobre el mismo. Y modelos como el Nuevo Peugeot 308 hacen uso de las ópticas LED para dibujar una mirada que el SR1 ya adelantó.
El pasado mes de septiembre, Peugeot inició la comercialización del Nuevo Peugeot 508. Esta berlina estatutaria parte de los códigos actuales de diseño y los actualiza con novedades que veremos en próximos lanzamientos. Como un guiño a su historia, el león vuelve al centro de la calandra. Y versiones como el RXH combinan su aspecto robusto con la elegancia felina que Peugeot lleva defendiendo 200 años y que hemos podido ver evolucionar mediante sus frontales.