El proyecto de desmantelamiento de la central nuclear José Cabrera ubicada en Almonacid de Zorita (Guadalajara) ha alcanzado otro de sus principales hitos según informa Enresa, empresa que asumió la titularidad de la central en 2010 bajo la figura de explotador responsable.
Enresa explica que la vasija del reactor, el principal componente del circuito primario de la instalación, ha sido extraída de su cavidad original (la cavidad de recarga) y trasladada a la piscina anexa en la que se almacenaba el combustible gastado durante la etapa de operación.
Será en esta nueva ubicación donde la vasija se segmentará bajo agua, de acuerdo con una técnica similar a la empleada con los componentes internos del reactor. Estos trabajos de segmentación bajo agua se realizan con herramientas de corte mecánico robotizadas y con el apoyo de un sistema de cámaras de televisión.
Es la primera vez que se realiza en España un desmantelamiento de estas características, lo que ha convertido estos trabajos en una referencia técnica a nivel internacional.
Para la ejecución de la maniobra de traslado de la vasija del reactor, fabricada en acero al carbono y con un peso aproximado de 100 toneladas, Enresa señala que se han empleado un total de 10 horas, tiempo requerido para ubicar con precisión este gran componente sobre la estructura de soporte situada en el fondo del foso de combustible.
Proyecto de desmantelamiento y clausura de José CabreraLa central nuclear José Cabrera, la primera que se construyó en España, permanece parada desde el día 1 de mayo de 2006, en cumplimiento de la Orden Ministerial del 14 de octubre de 2002, en la que declaraba el cese definitivo de explotación de la central, tras 38 años de funcionamiento.
Una vez parada, la instalación se sigue manteniendo en condiciones de seguridad y las actividades realizadas no suponen riesgo alguno para las personas ni para el medio ambiente.
El 11 de febrero de 2010 Enresa asumió la titularidad de la planta manchega y comenzaron los trabajos de desmantelamiento y clausura cuyo fin está previsto para 2016, fecha en la que el terreno volverá a la operadora de la central, Gas Natural Fenosa.
Entre 2010 y 2016 las tareas que se desarrollarán dentro del plan de desmantelamiento y clausura incluyen desmontaje de elementos convencionales y radiológicos, descontaminación y demolición de edificios, gestión de materiales y restauración ambiental del emplazamiento.
Está previsto que durante el desmantelamiento se empleen de media unas 150 personas en las diferentes labores del proceso, con picos en los que el número de trabajadores en la central alcanzará los 250 empleados.