Se trata de un buque destinado a la exploración de aguas mexicanas del Pacífico y, según el comunicado oficial de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), se espera que su funcionamiento haga posible generar nuevas pesquerías de especies de interés comercial que habitan en profundidades de hasta dos mil metros en la Zona Económica Exclusiva.
Con base en el puerto de Mazatlán, en el estado de Sinaloa, el buque va a operar, en una primera etapa, en la costa norte del Pacífico, en las que hay evidencia de la existencia de bacalao negro, cangrejo, camarón y calamares de profundidad.
En este barco SENER ha llevado a cabo la supervisión del proyecto de ingeniería, la inspección de la construcción y la asistencia técnica a INAPESCA en todos los asuntos relacionados con el proyecto y construcción del buque.
Entre las características principales del oceanográfico, que tendrá que pasar largos periodos en alta mar, destaca su eslora de 59 metros y una capacidad para transportar a 20 investigadores y personal científico, además de la tripulación. El buque tiene siete laboratorios para la investigación biológico-pesquera y de geología hidro-acústica, una estación meteorológica y bodegas con túneles de congelación para el resguardo y conservación de especies. Está equipado con tecnología punta para la localización y evaluación de recursos pesqueros en profundidades mayores de 1.000 metros. Puede alcanzar una velocidad de 13 nudos y tiene una autonomía de 40 días. Cuenta, asimismo, con un sistema de posicionamiento dinámico.