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Queridos, ¿es posible un hermanamiento entre el motor, la bicicleta y la moda y todo ello en un ambiente de lo más chic? La respuesta es sí. Si alguien lo creía imposible –yo era un ejemplo de incrédula al más puro estilo santotomasiano-, aquí os traigo pruebas documentales del evento en el que la moda ha ido sobre ruedas y las ruedas sobre el asfalto del barrio más “ideal de la muerte” de Madrid: el de Salamanca.

Las bicicletas, a cargo de Motos & Bikes. Ésta tuneada por la colorida firma Trakabarraka.

Y la moda a cargo de un buen puñado de marcas (Vittorio&Lucchino, Yube, Dolores Promesas, El Ganso…) que participaron en el desfile. Aquí flanqueada por los simpáticos chicos de Ottavio Nuccio Gala. Fotografía de Tanya Lacey.

Y aunque dicen que el Barrio de Salamanca es un barrio tranquilo, ¡ja! Os aseguro que es extremadamente peligroso para Visas, MasterCards, American Express y demás tarjetas de crédito que, continuamente, se ven atacadas y acosadas por tentaciones carentes de escrúpulos.  En este permanente hostigamiento se encuentra la mía, pródiga y vapuleada hasta límites inimaginables.  Pero no os quiero contar mis problemas. Hemos venido aquí a divertirnos así que directos a TrendCycle, una pasarela de moda cargada de originalidad que el pasado sábado 21 de septiembre, se celebró por primera vez en la capital.

 

¿Por qué TrendCycle fue diferente y especial? Por un lado, porque los modelos no paseaban con altivez y miradas de desprecio hacia el resto de la humanidad a través de una cómoda pasarela -que suele hacer las veces de altar-, sino que iban pedaleando a lomos de una bicicleta utilizando las calles de Madrid para mostrar al público no sólo los modelitos, sino también su forma física.  ¿Qué queréis que os diga? De vez en cuando no está mal que sufran un poco.

Los chicos en la parrilla de salida. Les tocaría pedalear bajo un sol de justicia y algunos con prendas… ¡de invierno! Ummmm. Fotografía de Tanya Lacey.

Y por otro lado, fue especial porque los Citroën DS3 Cabrio sirvieron como coches oficiales para desplazar a la prensa en este desfile interactivo.  Bicicletas y automóviles unidos por un objetivo común: mostrar belleza, propuestas de moda y los mejores y más urbanitas medios de locomoción. Todo ello sin molestar al resto del tráfico que podía seguir circulando con un espacio más reducido pero suficiente para no alterar los nervios de los madrileños, que ya sabemos que son telita y aquí también me incluyo.

Feliz a bordo del DS3 Cabrio y como vais a ver no era la única. Juzgad, juzgad… ¡Todos nos quedamos encantados! Fotografía de Tanya Lacey.

 

Buen rollo, risas y muchos ánimos a los pedaleantes. Fotografías de Tanya Lacey.

A bordo de nuestro DS3 Cabrio y gracias a nuestro chófer Federico, pudimos divertirnos, hacer y hacernos fotos a tutiplén, hablar, animar y  tocar a nuestros trendcycleros por toda la ruta y, si me descuido, hasta se formaron nuevas parejas durante el viaje. Y sí, ¡la montamos! Las calles se llenaron de color y de alegría durante más de una hora. El público nos preguntaba y se unía a la fiesta de la caravana DS que escoltaba a los modelos. Nuestros DS, a su vez, eran escoltados por la Policía Municipal que, en este momento sabático y matutino, relajó la rigidez de las normas de circulación hasta llegar a un confortable estado de laxitud. Y esto, chicos,  también me causó cierto regustillo malsano. Como veis me retroalimento con mis propias miserias y las reciclo espiritualmente a través de un sistema de compensaciones kármicas. Parece complicado pero es de lo más simple. Llevo practicándolo años y certifico que obtengo mejores resultados que con el yoga u otros sistemas de relajación y meditación.

Bajando por la calle Goya. Fotografía de Tanya Lacey.

Girando por la Plaza del Marqués de Salamanca. ¡Ojo a las llantas a juego!

Por si no fuera poca la satisfacción de todo esto que os cuento, resulta que este consorcio de compensación que tengo montado con El Destino todavía me reservaba un regalo más: formar parte del jurado en la entrega de premios TrendCycle a la firma que mejor “pop up” hubiera presentado y a la firma que nos hubiera mostrado la mejor puesta en escena, incluyendo modelo y  bicicleta customizada.

Algunos de los participantes más de cerca. Las guapísimas y simpáticas chicas de Clarks.

Modelín de Eduardo Rivera. Chicos, se lleva el estilo “british”, no hay más que hablar. Fotografía de Tanya Lacey.

Y qué os voy a decir… ¡Me encantó dar puntuaciones! Además, ya voy avisando, que para el próximo año, si vuelvo a estar ahí, acepto todo tipo de sobornos y soy fácilmente corruptible con prendas de ropa, accesorios y por supuesto, también, al estilo tradicional: cash, recalificaciones de fincas rústicas y un largo etc. Las firmas participantes podrán contactar conmigo a través de un e-mail que les será proporcionado unos días antes.

Aquí estamos jurado y participantes tras la entrega de premios. ¡Ah! Y el crujiente y delicioso patrocinador: Kellog’s Special del que me declaro públicamente consumidora desde que salió al mercado. Fotografía de CPC Cooking Ideas.

Concluyendo, TrendCycle fue todo un éxito organizado por CPC Cooking Ideas , con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid y de Acotex. Estoy segura de que habrá TrendCycle para rato. Por nuestra parte, los Citroën DS3 Cabrio, cedidos para la prensa en diversos y vistosos colores, se integraron a la perfección en esta fiesta nómada de la moda, el motor y el pedaleo. Madrid volvió a mostrarnos sus ganas de reactivar el comercio y de ser más ecológica y sostenible. No tenemos las Olimpiadas ni falta que nos hacen. Tenemos TrendCycle y bonitos DS3 Cabrio esparcidos por sus calles.  Tener más cosas, sería un abuso. Recordad, ¡el karma!

Despidiéndome de Fede, un asiduo a la línea más chic de Citroën. Modelito de Max Mara y Amazona de Loewe. Pretty Ballerinas al sur. Fotografía de Tanya Lacey.

Tuvimos que dejar los coches como los encontramos. ¡Hasta la próxima!

Y cerramos nuestra “Pop Up DS” para reabrirla en el mes de octubre. ¡Qué tengáis muy feliz comienzo otoñal!

¡Besos desde este fantástico descapotable!

Sylvie Tartán.