Durante su intervención en el Council on Foreign Relations, en Nueva York, el presidente ha señalado que las reformas laboral y financiera han sentado las bases de la recuperación económica y la creación de empleo. Como ejemplo ha apuntado que las exportaciones crecieron un 8% en la primera mitad del año, el déficit comercial prácticamente ha desaparecido, se está reduciendo el endeudamiento externo y la prima de riesgo ha caído en picado. "Pocos países pueden presentar estas credenciales. No ha sido fácil, pero las reformas empiezan a dar sus frutos", ha subrayado.

No obstante, Mariano Rajoy ha asegurado que "la agenda reformista no está ni mucho menos agotada". "Las reformas han generado una relación causa-efecto en la confianza en mi país y por ello vamos a seguir trabajando en la misma línea y manteniendo el mismo rumbo. Mi voluntad es clara y la estabilidad política de mi Gobierno es la garantía de que España va a completar un ambicioso plan de reformas para alinear el país en la senda de la inversión, el crecimiento y la creación de empleo.", ha añadido.

El problema del desempleo, a juicio del presidente, sigue siendo grave y el peso de las administraciones públicas excesivo por lo que se va a acometer "un proceso de racionalización del tamaño del Estado ambicioso e inédito en España".

El jefe del Ejecutivo ha añadido que España ha dado numerosas muestras de ser un país con la fuerza y la vitalidad necesarias para superar cualquier reto y ha asumido las enseñanzas del pasado: "Sabemos a dónde vamos, tenemos un plan, la determinación para cumplirlo y una mayoría que nos apoya. España ha vuelto y lo ha hecho para quedarse".