Los pollos, que están en los recintos con sus padres, han alcanzado un tamaño similar al de sus progenitores
El zoológico de Avifauna ha conseguido este año, por primera vez, la reproducción en cautividad del ibis sagrado, del ibis rosado y del ibis blanco, especies no amenazadas pero que requieren condiciones muy específicas para que críen en cautividad.
Las crías de ibis blanco y sagrado que han nacido en Avifauna ya han abandonado el nido, tienen un tamaño similar al de sus padres y en el caso del ibis blanco se pueden distinguir de los adultos por el plumaje color castaño y el pico más pequeño, propios de los ejemplares inmaduros, y en el caso del ibis sagrado el plumaje es más parecido al de los adultos pero sin los colores tan definidos. En este caso, la hembra está incubando nuevamente.
Los polluelos de ibis rosado aún están en el nido y dependen totalmente de sus padres, en tres semanas podrán verse fuera del nido.
La presencia del ibis blanco americano en libertad se extiende desde el sur de Estados Unidos y México hasta Perú, Brasil, Guayana Francesa, Guyana, Surinam y en las Antillas Mayores en el Caribe y Bahamas. Su hábitat natural comprende aquellas zonas próximas a los depósitos de agua dulce, salobre y salada, frecuenta los manglares, pantanos y árboles próximos al agua.
Por lo general vive en grupo, tanto de pequeño tamaño como de cientos de individuos, entre los que también está otra especie, como es el Ibis escarlata, con el que frecuentemente se mezcla dando lugar a híbridos. Puede alcanzar los 65 cm y el Kg de peso.
En los desplazamientos se ve en formaciones con forma de V, vuela con el cuello y patas extendidas, bate las alas y planea.
Esta especie alcanza la madurez sexual a los tres años, en la época de reproducción se juntan con otras especies de ibis y garzas formando colonias de tamaño considerable. Construye su nido, consistente en una plataforma, en zonas cercanas al agua y elevadas, para evitar los depredadores. La puesta puede llegar a los cuatro huevos que son incubados por ambos padres.
Su dieta se basa en pequeños invertebrados como pequeños cangrejos, insectos acuáticos y terrestres, larvas, lombrices, pequeños peces, ranas y todo animalito que logre atrapar con su largo pico curvo.
La diferencia entre ambos sexos es que el macho es ligeramente más grande que la hembra.
Por su parte, el ibis sagrado posee plumaje blanco en tronco y alas, y negro en la cabeza y cola. Entre sus costumbres, muy similares a las del ibis blanco, destacamos que es un ave diurna y gregaria que habita en las orillas de los ríos, lagos y aguas estancadas, asociado con otras aves acuáticas de similares hábitos alimenticios como las cigüeñas o los marabúes.
El ibis sagrado era considerado un animal sagrado para los egipcios. Creían que era un mensajero del dios Tot.