Video: http://www.youtube.com/watch?v=GrdSyY4ySP0
El Peugeot 205 fue el quinto de una larga y exitosa saga: la serie 200, cuyo último vástago llega a nuestros días con el Peugeot 208. El objetivo de Peugeot era claro: dominar el segmento B de los pequeños utilitarios. Y no sólo lo lograron, sino que crearon una leyenda que, a día de hoy, aún es recordada como un mito.
Todo comenzó a finales de los años 70. El Peugeot 104 había sido todo un éxito, pero era necesaria una actualización para fidelizar a una clientela que, a sabiendas de la calidad que ofrecían los Peugeot, cada vez se mostraba más exigente. Así nació lo que se vino a conocer después como ‘proyecto M24’. A finales de 1982 comenzó su fabricación, y en febrero de 1983 salió al mercado. Su primer motor fue un 983cc de 4 cilindros, pero posteriormente tuvo versiones mucho más potentes, llegando al culmen con el 1.9 del mito entre los mitos, el 205 GTi, que salió al mercado en 1984.
Además del éxito comercial para Peugeot –se vendieron más de cinco millones de Peugeot 205 en todo el mundo-, la industria francesa del motor se vio aliviada en una época un tanto dubitativa y este pequeño león se convirtió en un icono de la época. El eslogan “contigo al fin del mundo” se convirtió en uno de los más recordados de la historia de la publicidad, e incluso traspasó las fronteras para unirse a fantasías cinematográficas.
Buena parte de la responsabilidad de la gran popularización de este pequeño utilitario la tuvo el rotundo éxito de su versión deportiva. El mundo de los rallies resultó ser un paraíso para este pequeño pero robusto modelo, y enseguida llegaron los éxitos: dos campeonatos del mundo de rallies y dos París Dakar. Nombres como el de Ari Vatanen siempre serán asociados a la versión Turbo 16 de 200cv, y la salida al mercado de la versión Rallye dio la oportunidad al gran público de sentir las prestaciones de un coche pensado para la competición, pero adaptado al uso diario.
España fue uno de los países donde mejor aceptación logró el Peugeot 205 y muchos lo sintieron como un vehículo propio. Y es que el 205 español, fabricado en la factoría de Villaverde (Madrid) tenía una particularidad. Dado que montaba un motor Simca/Talbot de mayor tamaño que el original francés, los ingenieros responsables de la fabricación del vehículo en España tuvieron que añadir un pequeño abombado al capó delantero. Esta pequeña diferencia, que no afectó en absoluto a las prestaciones del vehículo, gozó de un gran éxito y en 1985 fue nombrado Coche del Año en nuestro país.
Aunque dejó de fabricarse en 1998 para dar paso al Peugeot 206, es fácil encontrar muchos 205 por cualquier parte y en perfecto estado. La salida al mercado del Peugeot 208 no hace sino confirmar que esos genes del 205 no se han perdido, y que las nuevas generaciones tienen todo el derecho a disfrutar de un coche que hizo historia y que nos llevó al fin del mundo.
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