El fin de las vacaciones y el inicio del nuevo curso es una época para nuevos propósitos, que aprovechamos para programar nuestras actividades de entretenimiento y ocio. En este sentido, la música ocupa un lugar relevante, quizás porque está demostrado que la práctica musical nos hace personas más inteligentes, ya que desarrolla todas nuestras capacidades intelectuales de manera orgánica y nos ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos. Entre todos los instrumentos musicales, la guitarra destaca por ser el
El fin de las vacaciones y el inicio del nuevo curso es una época para nuevos propósitos, que aprovechamos para programar nuestras actividades de entretenimiento y ocio. En este sentido, la música ocupa un lugar relevante, quizás porque está demostrado que la práctica musical nos hace personas más inteligentes, ya que desarrolla todas nuestras capacidades intelectuales de manera orgánica y nos ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos. Entre todos los instrumentos musicales, la guitarra destaca por ser el más popular y, por ello, cada vez más personas se deciden por aprender a tocar este instrumento, asistiendo a clases de guitarra en Sevilla, Cádiz o Madrid, entre otras ciudades.
La demanda es amplia y el alumnado muy heterogéneo, desde niños en edad escolar, hasta adolescentes, estudiantes universitarios e incluso adultos que se interesan por aprender a tocar la guitarra. Además de potenciar nuestra sensibilidad artística y musical o de la satisfacción personal que produce el hecho de aprenderse una melodía y tocarla, esta actividad nos aporta muchas más beneficios.
En este sentido, podemos destacar la mejora de la agilidad y capacidad mental, ya que para tocar una canción correctamente, hay que procesar mucha información: se deben memorizar notas, acordes, melodías, movimientos de los dedos de cada mano, valores rítmicos, etc. Al mismo tiempo, incide en una mejora notable de la autoestima: tocar una melodía genera una satisfacción que hace que se incremente notablemente la confianza en nosotros mismo y en nuestras capacidades.
Por otra parte, está demostrado que tocar un instrumento musical como la guitarra, mejora nuestras habilidades sociales y la convivencia social. Es una vía de ocio y esparcimiento que nos brinda la posibilidad de compartir con amigos y familiares momentos especiales y de diversión. En este sentido, con el aprendizaje, las clases y la práctica, nos adentramos, cada vez más, en el mundo de la música, desarrollando así nuestra inteligencia musical.