Los datos en porcentaje respecto al tipo de inmueble certificado son: un 1,7% corresponden a locales comerciales, un 4,5% a oficinas, un 13,6% a viviendas unifamiliares, un 77,5% corresponden a pisos (el caso claramente mayoritario), y el resto a otros usos.
Según los últimos datos recibidos, en la Comunidad de Madrid sen han tramitado a día de hoy más de 34.500 certificaciones energéticas desde el pasado mes de junio cuando entró en vigor la normativa relativa a la certificación energética de los edificios existentes.
Los datos en porcentaje respecto al tipo de inmueble certificado son: un 1,7% corresponden a locales comerciales, un 4,5% a oficinas, un 13,6% a viviendas unifamiliares, un 77,5% corresponden a pisos (el caso claramente mayoritario), y el resto a otros usos.
Las estadísticas en función a la calificación energéticas son: una clara mayoría el 48,3% de los certificados tramitados cuentan con una calificación energética E, seguido de un 19,2% con una calificación de G, un 14,5 % D, un 13% tiene F, un 4% C, un 0,8% tienen una B y tan sólo el 0,2% de los certificados tramitados tienen con una calificación A. Esta es una distribución lógica de los rangos de calificación si tenemos en cuenta que la mayoría de los inmuebles tienen entre 30 y 40 años, siendo muy escasos los inmuebles recientemente construidos.
Carlos López Jimeno, director general de Industria, Energía y Minas, declaró en rueda de prensa que ya se ha puesto en marcha una campaña de inspecciones a través de la Dirección General de Industria para comprobar que, por un lado, las certificaciones están realizadas correctamente, y por otro, que los técnicos que las realizaron son competentes según la legislación vigente; avisando de que las multas por no disponer de la etiqueta energética puede llegar hasta un importe de 6.000 euros.
López Jimeno ha señalado que “para una vivienda de entre 80 y 100 metros cuadrados, el precio del certificado energético puede variar entre 100 y 200 euros, en función del número de viviendas que haya que certificar “.
“Las mejoras que pueden realizarse en las viviendas y demás inmuebles para que sean más eficientes energéticamente y reduzcan los consumos son de dos tipos: pasivas y activas. Entre las pasivas la más relevante es la mejora del aislamiento de las ventanas, sustituyendo los cristales simples por acristalamientos dobles con aislamiento térmico reforzado y rotura de puente térmico. También se puede actuar mejorando los aislamientos de las cubiertas y fachadas de los edificios”, ha manifestado López Jimeno.
Desde nuestra plataforma: http://www.certificadoenergetico-precio.es hemos podido comprobar las declaraciones de López Jimeno respecto a las mejoras que pueden realizarse en las viviendas para que sean más eficientes energéticamente en función a nuestros propios certificados emitidos: la medida pasiva más relevante es la mejora del aislamiento de las ventanas, sustituyendo los cristales simples por acristalamientos dobles con aislamiento térmico reforzado y rotura de puente térmico. Por nuestra parte añadiríamos a sus declaraciones que como medida activa más efectiva se encuentra la sustitución del termo eléctrico por una caldera de alto rendimiento.