Start-up es sinónimo de incertidumbre. Una nueva empresa –asociada en general a Internet y a las nuevas tecnologías–que puede reportar grandes beneficios y grandes fracasos. Desde que se lanza hasta que se van obteniendo resultados el proceso es fortuito y con altibajos, con días de máxima alegría y de máximo desaliento. ¿Cómo estar seguro de que funcionará? ¿Cuánta información se puede extraer de un primer año de vida?
El emprendedor y fundador de Foxize School, Fernando de la Rosa, lleva más de diez años involucrado en negocios digitales. Tras lanzar su tercera start-up, Foxize School, hace ahora un año, afirma que “sólo uno de cada diez negocios sobrevive al tercer año de vida”. Pero ¿cuál es la clave para saber que funcionará?
De la Rosa asegura: “La clave del éxito está en la satisfacción de los clientes, en el grado de aceptación de aquellos que han probado el servicio. Para conocer dicho agrado, sólo hace falta mirar los números que se extraen de sus comportamientos”.
Aunque hacer públicos estos datos genera recelo en muchas empresas, el emprendedor De la Rosa manifiesta que “compartir resultados y ser abiertos es fundamental en la forma de hacer negocios del s.XXI”. Siguiendo esta filosofía, la start-up del conocimiento, Foxize School, quiere compartir sus resultados, que han sido extraídos tras su primer año en el sector de la educación con su oferta de cursos formativos de tres horas (veáse imagen adjunta).
1.300 alumnos han pasado por sus clases en un año, y han puntuado sus cursos con una nota media de 4,3 sobre 5. Otro dato a destacar es que el 45% de dichos alumnos han realizado más de un curso en la escuela. Y un 2% se han quejado (contabilizadas como quejas las malas puntuaciones y las críticas a cursos a posteriori).
¿Son buenos datos para un primer año? Depende de con qué se compare. No obstante, hay una máxima clara: desde el primer día del lanzamiento de cualquier start-up se afianzan y descartan hipótesis. Una de estas hipótesis corroboradas es que en los primeros años hay que graduar velocidades. Según De la Rosa, se tiene que ser capaz de “equilibrar la ambición con los recursos disponibles”, o dicho de otra manera, actuar poco a poco, consiguiendo progresivamente resultados y basándose en posibilidades realistas.
Aún teniendo presente todo lo anterior, ¿en qué hay que basarse para lograr buenos resultados? ¿Cuál es la dirección correcta a seguir? Aquí entra lo que De la Rosa denomina “la corrección del mercado”. Los datos antes expuestos de la empresa Foxize School expresan el camino que pide el mercado, porque suele ser él el que acaba imponiéndose al resto de factores.
En definitiva: “Hay que escuchar al mercado, es entonces cuando se tiene una oportunidad de evolución del proyecto y hasta de que empiece a rodar”, afirma el fundador de Foxize School. Y un buen momento para pararse a escuchar atentamente la demanda del mercado es precisamente, tras el primer año de vida.