Si tienes piscina en casa habrás oído hablar de la importancia del equilibrio del agua para disfrutar del baño en unas condiciones sanas y confortables y para evitar el daño sobre la propia estructura de la piscina, sus accesorios y el equipo.
El equilibrio del agua, que se conoce como el estado en el que el agua no resulta corrosiva ni tendente a la formación de incrustaciones calcáreas, depende principalmente del pH, que a su vez viene condicionado por la alcalinidad y la dureza del calcio. Es por ello que resulta muy importante que vigiles y mantengas equilibrados estos niveles, que además resulta determinante para que el cloro pueda cumplir su función y resulte efectivo.
El nivel de alcalinidad, sales que actúan como reguladores del pH, debe estar entre 80-160 ppm para ayudar a mantener el pH del agua correcto. Si este nivel es más alto puede provocar la aparición de incrustaciones calcáreas en la piscina y sus accesorios y si es demasiado bajo el agua puede llegar a ser corrosiva, siendo incluso incómoda para el baño.
También debes controlar los niveles de calcio. Aunque el propio suministro de agua contiene suficiente calcio, es recomendable que el nivel se mantenga por encima de los 200 ppm. En caso de ser más bajo, puedes aumentar la dureza de calcio mediante la adición de cloruro de calcio.
Controlar el nivel de pH
El valor neutro del pH está en 7, en una escala que va del 0 al 14. Cuando el nivel está por encima de 7 es considerado alcalino, mientras que si está por debajo será ácido. El nivel de pH para el agua de las piscinas debe estar entre 7,2 y 7,6. Si el nivel supera los 7,6 la acción del cloro se verá reducida con el riesgo de aparición de virus y bacterias, los filtros tienden a bloquearse y el agua permanece turbia. Por el contrario, si el nivel está por debajo de 7,2 el agua, que será más ácida, se vuelve más corrosiva con lo cual puede ser perjudicial para los bañistas, provocando irritaciones en ojos, piel y mucosas.
Cómo controlar el pH de la piscina
Es aconsejable que hagas una medición diaria, debido a la importancia de mantener el nivel de pH entre 7,2 y 7,6. Si no realizas este control diariamente, al menos, no dejes de hacerlo una vez por semana. El primer paso para controlar el nivel del pH es conocer el valor, para lo que debes usar un medidor del pH. Es recomendable calibrar el medidor hasta alcanzar un valor de referencia, que viene indicado en las instrucciones del fabricante. Los medidores electrónicos son los más usados por su comodidad y precisión. Si el nivel está por debajo de 7,2 debes usar un incrementador del pH. Si el nivel de pH es superior a 7,6 debes emplear un producto reductor del pH.Algunos consejos que debes tener en cuenta para el mantenimiento de la piscina:
Aunque cuentes con un equipo de depuración y filtrado y otros accesorios para su mantenimiento, como limpiafondos, etc., esto no es suficiente para mantener el agua de la piscina en buenas condiciones, limpia y sin bacterias. El pH es uno de los componentes más importantes del agua de la piscina que debes vigilar para que los productos químicos funcionen y garantices el bienestar físico de los bañistas y el buen mantenimiento de la piscina y sus accesorios. Debes saber que el nivel del pH por lo general tiende a aumentar, con lo cual el agua adquiere propiedades alcalinas. Cuando ajustes el nivel del pH, tanto si debes subirlo como bajarlo, es recomendable que vayas añadiendo el producto en pequeñas cantidades y medir de nuevo el nivel después de un proceso de filtrado de unas 6 horas. Así podrás ir reajustando gradualmente. Recuerda que la cantidad de producto dependerá siempre del volumen de agua y no olvides tener en cuenta las recomendaciones e instrucciones del fabricante.En la web de AKI tienes un servicio online gratuito que te ayuda con las tareas de mantenimiento de tu piscina según el volumen. Pruébalo en este enlace, es muy sencillo y resulta de gran utilidad.
Encuentra todo lo que necesitas para el mantenimiento de tu piscina en nuestro catálogo online de productos http://catalogo.aki.es