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• Las pruebas de validación del prototipo tuvieron lugar la semana pasada en la costa gallega • El proyecto Pulanfi ha contado con la colaboración de Tecnalia y la Universidad de Mondragón y se enmarca en el plan estratégico de la empresa para su crecimiento en el sector marítimo

La empresa guipuzcoana Credeblug ha validado recientemente el prototipo de 3 toneladas de capacidad para la incorporación progresiva de esta tecnología al mercado submarino. Las pruebas de funcionamiento en carga realizadas en mar abierto a bordo de un buque investigador concluyen con éxito el desarrollo técnico del proyecto puesto en marcha en 2010. Los equipos Pulanfi permitirán la recuperación de todo tipo de cargas sumergidas a grandes profundidades incorporando elementos de visión e iluminación para su control desde la superficie.

 

El proyecto Pulanfi se gestó como respuesta a una carencia tecnológica en el sector de la manipulación, concretamente la posibilidad de adaptar los equipos de carga empleados en superficie para su funcionamiento en el ámbito marino. La industria submarina ha avanzado considerablemente en los últimos años ofreciendo una tecnología cada vez más especializada que se orienta principalmente a la prospección del fondo marino. Credeblug, especialista en maquinaria de manipulación de marca Blug y empresa pionera en la fabricación de maquinaria anfibia para plantas de tratamiento de aguas y dragado en puertos, quiere ser también líder en la fabricación de equipos que incorporen los sistemas de carga y control necesarios para este tipo de aplicaciones.

 

Este proyecto de 3 años de duración ha hecho necesario un replanteamiento de todos los sistemas electro-hidráulicos y electrónicos así como la búsqueda de materiales de construcción y elementos de control específicos que permitan una carga eficiente asegurando la total estanqueidad del interior del habitáculo bajo grandes presiones. La eco-eficiencia de este tipo de manipuladores es un factor importante en la preservación del entorno al incorporar un sistema electro-hidráulico de bajo consumo, sensórica para comunicación y control del manipulador desde la superficie así como aceite hidráulico biodegradable para minimizar el impacto ambiental en caso de fuga.

 

Las pruebas a escala 1:1 que se llevaron a cabo el 12 de Junio partiendo del puerto de Vigo y a bordo del buque Investigador I permitieron comprobar la carga del prototipo y su funcionamiento a  profundidades de 200 metros. El desarrollo técnico alcanza profundidades de funcionamiento de hasta 1000 metros y cargas de hasta 150 toneladas por lo que la fabricación de este tipo de equipos se realizará bajo pedido para su adaptación a la profundidad y necesidades de carga requeridas. Se cuenta ya con negociaciones avanzadas para la venta de los primeros equipos submarinos para la extracción de mineral sumergido a 500 metros de profundidad y su entrega está prevista para 2014.