En la actual coyuntura del mercado, donde existe tanta competencia, las empresas dan mucha importancia a la formación en ventas de sus empleados, como parte fundamental para que el negocio prospere.
Ante la grave crisis en la que estamos inmersos, hay un sector que destaca en el mercado, y es el de los consultores en marketing. Su principal fuerte es que son como su propio nombre indica, consultores que proveen de experiencia y consejos a otras empresas para poder seguir incrementando su cifra de negocios, es decir, nada menos que salir adelante.
Mucho se habla de los comerciales y muchas veces su trabajo no ha sido o no está siendo, lo suficientemente reconocido. Pero en gran medida, gracias a ellos son muchas las empresas las que están manteniéndose o acrecentando su cuota de mercado.
El problema de su trabajo, es que las empresas normalmente no tienen establecido un plan comercial o política de ventas, donde se contemplen todas las actuaciones a realizar por parte del departamento comercial. Para ello, lo más adecuado es contar con “consultores comerciales” que nos ayuden a establecer unos objetivos generales: en qué punto estoy y qué número de ventas quiero alcanzar, además de establecer cómo se quieren conseguir esos resultados. Ya que los objetivos de los comerciales han de ser alcanzables y realistas, pero por supuesto, que cuesten y que se tenga una motivación para lograrlos.
Pero, ¿por qué en la mayoría de las ocasiones, las empresas tienen problemas para vender? La respuesta es muy sencilla, bien porque sus comerciales no están formados, o sencillamente, porque tienen un problema con sus ventas, de ahí que la formación comercial es fundamental en este caso.
La formación en ventas trata precisamente de buscar soluciones a dicho problema, y ayudar a los comerciales a que sean óptimos en sus trabajos y por supuesto enseñarles e interiorizarles cuál es el mercado en el que tienen que desarrollar su labor, el sector al que va dirigido su acción comercial, qué tipos de clientes se mueven en él, el funcionamiento y las posibilidades que tiene la empresa y el soporte que ésta le puede prestar para desarrollar su labor comercial. Y por supuesto, el producto y/o servicio que vende.
Lo que está claro, es que el comercial debe saber que no es un simple vendedor, sino que es algo más, es la persona que asesora al cliente a elegir el mejor producto y por tanto, se convierte finalmente en un negociador, pues un buen comercial debe velar por los intereses de su propia empresa pero desde luego también, por los del cliente.
Si tu empresa se encuentra en esta situación y lo que deseas es vender más, pero no sabes cómo, lo mejor es que acudas a un centro especializado que pueda asesorarte, y SDS Training es el mejor partner que puedas tener en esta materia.