Si tienes un hijo diagnosticado con trastorno por déficit de atención, con o sin hiperactividad (TDAH), todo lo que leas es poco para intentar encauzar la situación y la salud de tu hijo de la manera menos agresiva posible.
En muchas ocasiones, mejorar la calidad de vida es posible sin la utilización de medicamentos específicos, pero con exclusiva dedicación o una gran carga de trabajo adicional, que no todos los padres sabemos llevar o podemos permitirnos.
En otras ocasiones junto a la gran carga que supone el trabajo con niños TDAH, la medicación es el complemento que previene futuras consecuencias y ayuda en el día a día. Una de las claves es establecer la medicación adecuada y en su correcta dosis. Se percibe que el camino de la química suele ser el más rápido y efectivo en cuanto a los tiempos y resultados. Por el contrario, cuesta, encontrar alternativas y terapias naturales, no agresivas, con costes moderados y fáciles de incorporar a nuestros leoninos horarios laborales y escolares.
Secretos para el bienestar –secretosparaelbienestar.com- propone para los niños con TDAH, a los que bien por su hiperactividad, bien por los efectos de la medicación que consumen, no pueden disfrutar de un sueño profundo y reparador, incorporar el sistema de sueño Nikken en su habitación.
Según un estudio del Hospital Universitario de Schleswig-Holstein, Alemania, el sueño consolida los recuerdos emocionales en los niños sanos, pero no en los niños con trastorno de déficit atencional con hiperactividad (TDAH). La investigación sugiere que estos déficits en el procesamiento emocional pueden agravar los problemas emocionales que experimentan durante el día los niños con TDAH.
Es necesario obtener un sueño reparador, para que estos niños mejoren su consolidación de los recuerdos emocionales y se acerquen a los niveles de consolidación que tienen los niños sanos.
El estudio dirigido por Alexander Prehn-Kristensen, reunió a adultos y niños sanos, además de niños con TDAH. A todos les mostraron imágenes que tenían relevancia emocional, como un animal asustadizo o imágenes neutras, como un paraguas o una lámpara. Las imágenes eran mostradas por la noche, antes de dormir, monitoreaban el sueño, y a la mañana siguiente se ponían a prueba los recuerdos. La consolidación de los recuerdos emocionales fue más activa en los niños sanos, y menos activa en niños con TDAH.
Gran cantidad de estudios informan del beneficio del sueño con respecto a la memoria emocional, pero si el sueño es de mala calidad, y si a ello le añadimos el trastorno inatento, el resultado es crítico para la consolidación y posterior uso de la memoria. Padres con hijos TDAH, probar estos revolucionarios productos y comprobar los resultados. Si introducimos elementos naturales en la rutina diaria de nuestros hijos, ellos y nosotros lo agradeceremos.