En un ejercicio por apaciguar nuestra indignación, tras conocer el acuerdo unánime del parlamento para sustituir al Defensor del Pueblo, D. José Chamizo, nos asalta la pregunta ¿Pero, no tenía que suceder así?

Porque es así como se remata la encomiable y transparente labor de todo aquel que va diciendo verdades como puños, verdades desprendidas de toda obsesión por el poder, de todo interés partidista, de toda vanidad y soberbia. ¡Lamentablemente tenía que ser así!, a nadie le gusta que le “cante las cuarentas” y en este caso José Chamizo ha solfeado mucho más de cuarenta requerimientos de gente; personas y colectivos sufrientes de múltiples formas de injusticias padecidas. Solo el tiempo, preñado de historia apreciará el frescor de sus palabras, de las verdades que habrá que seguir voceando.

De nada sirven los reconocimientos provenientes de aquellos que anhelan y provocan su ida. Si tan bien lo ha hecho ¿cómo justifican la sustitución? Callen de una vez Sres. parlamentarios y reconozcan que están enajenados de poder. ¿Quién de ustedes tiene la necesaria autoridad moral o ética para incapacitar lo evidente? Os habéis resistido a miraros en el espejo que este hombre les brindaba por cometido del pueblo andaluz. Un pueblo que expira por el  dolor y al que ustedes aluden cuando necesitan justificar sus decisiones. Los votos no les facultan para actuar arbitrariamente, porque  “la propiedad obliga” (como afirma la Constitución alemana) a oír al pueblo que quiere ser escuchado.

Jose Chamizo, ha redescubierto la libertad, vuelve a sentirse dueño de sí mismo y probablemente al mirar hacia atrás comprenda que la sufrida sujeción de aquellos que le designaron, le restaban la libertad que antes poseía. Ahora henchido de tanto realismo esperamos que te instales donde siempre tendrás tu plaza, con y para el pueblo que te quiere.

Asociación para la Prevención y Ayuda al drogodependiente. Alborear