Cuatro actores, un día más, la anécdota de un encuentro entre viejos amigos alrededor de una cena servida que se enfría. Una fábula urbana que trata de las relaciones humanas, de la soledad, la dependencia y la importancia del éxito social. Lugar: Teatro Fernán Gómez - Centro de Arte. Fecha: del 17 de mayo al 9 de junio. Hora: miercoles a sábado 20:30h, domingo 19:30h. Precios: de 10 a 16 euros.
Dirigida por Alberto Castrillo-Ferrer, bajo la producción de 9DE9TEATRO y con los actores Carmen Barrantes, Laura Gómez-Lacueva, Hernán Romero, Jorge Usón, llega al Teatro Fernán Gómez una comedia que narra la historia de cuatro amigos que se reencuentran después de años sin verse para cenar y en pocas horas irán de lo trágico a los increíble y de lo grotesco a lo tierno. Lo secundario pasa a primer plano y lo protagónico, a segundo.
AL DENTE presenta a un grupo de antiguos amigos de la universidad, quedan a cenar después de varios años sin verse. Hay una particularidad: uno de ellos se ha convertido en una persona famosa y esto va a causar extraños comportamientos en los demás. En este reencuentro se producirán una serie de acontecimientos que irán de lo trágico a lo increíble y de lo grotesco a lo tierno en apenas unas horas.
La cocina, lugar para chismes, confesiones, risas y críticas, es donde acuden todos los invitados para compartir sus impresiones, para descansar de la tensión, para fumarse un cigarro o hablar por teléfono... es la vía de escape de esta cena formal.
Todos ellos rondan los cuarenta años, una edad con importante peso social. Comenzarán a cuestionarse lo que ha sido su vida y la de los demás desde que dejaron de verse. ¿Quién quería ser? ¿Quién soy?. Fracasados con sólidos principios y triunfadores que no lo son tanto. Una comedia agridulce de perdedores.
Los “no dichos”, los deseos ocultos, la rabia contenida, las ganas de gustar... son los elementos de esta comedia vista desde la cocina de una casa en cuyo comedor se desarrolla supuestamente la acción: una cena en la que se encuentran viejos amigos, antiguos amores, personalidades contrapuestas y, sobre todo, una gran diferencia de estatus social, provocan situaciones de un humor amargo, embarazosas, tensas, tiernas, hilarantes y perfectamente reconocibles, tal y como solo el teatro sabe mostrar.