El Palacio de Comunicaciones es una de las construcciones emblemáticas de Madrid, por ser uno de los primeros edificios modernistas que reflejaban el avance de las comunicaciones.
La importancia de la obra del arquitecto catalán Gaudí en Barcelona significa la inmediata asociación del modernismo en España con esta ciudad, pero no es la única ciudad española en la que se pueden observar increíbles construcciones representativas de esta corriente arquitectónica. En el corazón de Madrid, en la plaza de Cibeles, se alza el Palacio de Comunicaciones, uno de los primeros edificios modernistas españoles.
Los jóvenes arquitectos Antonio Palacios y Joaquín Otamendi presentaron a concurso el proyecto vencedor para la construcción de un futuro edifico de Correos en el solar de Alcalá, un emplazamiento tan crucial para la fisonomía de Madrid como polémico. Allí se encontraban los Antiguos Jardines del parque del Buen Retiro, lo que provocó malestar en la ciudadanía por la privación de un espacio público de recreo para erigir la sede de la distribución de telégrafos, teléfonos y correos.
Finalmente la primera piedra se colocó en el año 1907 y la base del edifico terminó por ocupar 30 mil metros cuadrados. Con el tiempo y varias modificaciones posteriores, tanto en su fachada como en sus funciones, el edificio ha acabado por conquistar a madrileños y visitantes de todo el mundo. La estampa del Palacio de Comunicaciones custodiado por la fuente de la diosa Cibeles lo ha convertido en una de las imágenes más representativas del casco histórico de Madrid.
El diseño inicial, por exigencias del concurso, se divide en tres edificios: el de correos, el de telégrafos y el de teléfonos; lo que suponían un avance en el servicio de comunicaciones de la ciudad.
El proyecto de Palacios y Otamendi no estaba terminado cuando consiguió convencer al jurado, tampoco contaba con los detalles y la documentación suficiente; no obstante aportaba orden y funcionalidad al edificio. Además, era el único que no sobrepasaba el presupuesto destinado a la construcción. Los representantes de la Academia de Bellas Artes les asignaron el proyecto con la condición de que estuviera completo satisfactoriamente en un mes de plazo.
El diseño del Palacio de Comunicaciones rompe con la estética clasicista del Paseo del Prado, cosechando una segunda oleada polémica impulsada por los sectores más tradicionales de la ciudad. Los arquitectos eran jóvenes y habían terminado la carrera recientemente, lo que les convirtió en el objetivo predilecto de las críticas por su inexperiencia. Esto conlleva que algunos de los elementos que se pueden apreciar en los planos iniciales no se reproduzcan en la fachada. Pero las críticas no desalentaron la incorporación de las últimas tecnologías de la época, como la ventilación natural o la canalización subterránea.
Polémicas y discusiones retrasan doce años las obras, hasta que finalmente el 14 de marzo de 1919 los reyes, Alfonso XIII y su esposa Victoria Eugenia inauguraron el conocido como la “Catedral de las Comunicaciones”. El edificio en piedra blanca de Novelda, procedente de la costa este de España, se convirtió en un símbolo del regeneracionismo en España y, por lo tanto, en un icono del progreso y de la modernidad en una época muy crítica para la nación.
Hoy en día, señala el inicio de la madrileña Gran Vía y, pese a los cambios drásticos sufridos por las comunicaciones, ha conseguido sobrevivir para recordar que el modernismo también reinó en Madrid.